EL DÍA ANTES DE CUMPLIR 24 AÑOS, ESTANDO SOLTERA Y DESEMPLEADA, DECIDÍ CAMBIAR MI TRADICIONAL SISTEMA DE CATARSIS. YA NO ERA SUFICIENTE LA PSICÓLOGA Y LOS FECAS CON AMIGAS. HABÍA QUE DAR UN PASO MÁS Y EL BLOG SE CONVIRTIÓ EN UN TRIUNFO: DESPUÉS DE MESES (AÑOS?!) DE ESTAR TENTADA, ME ANIMÉ A ENTRAR AL MUNDO. FUE ANIMARME A COMPARTIRLES A TODOS, A PARTIR DE ESTA VENTANA, UN POQUITO DE LA LOCURA DE MI SER. PORQUE, NO VAMOS A NEGARLO, SOY UNA LOCA TOTAL. LOCA LINDA IGUAL ¿EH?, DE LAS QUE DAN GANAS DE QUERER. PERO INDUDABLEMENTE NEURÓTICA.
EL ESPANTO DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS SE POTENCIA POR LA FALTA DE PAREJA Y EL DESAFÍO DE CONVERTIRME EN UNA VERDADERA MUJER MODERNA: ESTUDIAR, PRODUCIR, TRABAJAR, SALIR, SATISFACER LA MIRADA DEL MUNDO, BRILLAR, DISFRUTAR, ADELGAZAR Y OTROS TANTOS MILES DE VERBOS QUE SE ACUMULAN EN LA LISTITA DE "DEBER SER" GUARDADA EN LA CARTERA.
HOY DECIDO LIBERAR UN POCO DEL CAOS DE MI SER A PARTIR DE LAS PALABRAS PARA VER SI, QUIZÁS ASÍ, DECRECEN LOS NIVELES DE HISTÉRIA Y NEURÓSIS

... Y SI NO FUNCIONA, AL MENOS NOS REÍMOS UN RATO!!!!!

martes, 28 de junio de 2011

Claricienta, la estudiante

Más allá del temido balance que va a llegar el terrible día que festeje mi cuarto de siglo en este mundo, tengo inevitablemente hacer un primer cierre de este 2011. Un examen parcial, por decirlo en lenguaje académico.
Creo que me recibí de malabarista y con muy buen promedio. Es mas, casi que saque medalla de honor.
Miró para atrás y los principales eventos de estos seis meses pueden sintetizarse en que descubrí a Regina Spektor -y ahora no puede pasar un día sin que la escuche-; que estudie hasta que los ojos me quedaron rojos, que hice un paseo por Yankeelandia y mi lado consumista se sintió escuchado por primera vez en muchos años y en que me dedique a hacer malabares para cumplir con todas las actividades de la agenda: trabajo, ACNUR, facultad, amigas, familia, salidas culturales y salidas...de otro tipo. (o simplemente, con tipos que es lo interesante de la salida). Había que lograr manejar todas las pelotas, intentar que se mantuvieran en el aire al mismo tiempo, tratar de que cada tema tuviera un ratito su lugar arriba del todo y después bajara para darle el espacio a otro de los temas. En el proceso ocurrieron una serie de eventos desafortunados como puede ser mi incansable capacidad de engancharme con tipos que después me dejan o enterarme que no tengo defensas en mi boca y por eso tengo que tomar antibióticos (aunque, en realidad, no tengo todavía claro si el descubrimiento de mi odontólogo es realmente una desgracia. El misterio de mi "no-filtro" fue resuelto por la ciencia y supongo que el respeto al derecho a la verdad fue un aspecto positivo del semestre!!)

La realidad es que enero fue sinónimo de salientes y candidatos que se iban, escapadas al campo y relax. Pero fue breve el tema relax. Brevísimo.
Empecé febrero aterrada: me tenía que inscribir y los horarios de la facultad se superponían con los del trabajo. Bah, los de la facultad así en general no... Los horarios de las tres materias especificas que yo quería cursar, exactamente con los tres profesores que quería. Los mejorcitos. Internacionalistas reconocidos, al menos en el mundillo de Int. Público de la UBA.
Malcriada y exigente resultó Claricienta.
Me anote aun cuando la cursada era en mi horario de trabajo lo que significaba renunciar. No era para nada un buen plan. Todos sabemos que necesito trabajar para canalizar las parvas de energía que me caracterizan. Se me ocurrió como opción convertirme en Hermione (nota al pie: la amiga de Harry Potter) y aprender a usar el giratiempo (reloj del tiempo que le permitía cursar muchas materias en el mismo horario). Los venden en MercadoLibre así que podía llegar a funcionar (sí.. lo comprobé. Los venden. El hecho de que no lo compré no reduce los altos niveles de locura que refleja el haber gastado mi tiempo en Mercadolibre buscando “giratiempos”). Una inspiración divina me iluminó y decidí que probablemente no resultara muy factible. Necesitaba otra idea. Haciendo un brainstorming surgió una nueva opción: pedir el cambio de turno en la AGC. Abandonar mi UAAFE, mi equipo y pedir el cambio..solo por 3 meses. Una malcrianza nunca vista.
Era un divague pero, el que no arriesga no gana. Estress y nervios durante febrero. Los malabares en su máxima expresión: que mandar un mail al contacto, que hablar con alguien, que mentir un poco, que rezar bastante más.
Conclusión: las materias se me asignaron y el cambio fue aceptado. Increíble.
Además de malcriada y exigente, Claricienta resulto eficiente. O al menos muy pero muy suertuda.
Llego marzo y los nervios de tanto cambio. Y una vez que deje todo más o menos organizado...me fui. Y si, tocaba yankeelandia y el caribe. Claricienta además de todo es viajante. (Tengo que admitir que esta vez fue un viajar con etiqueta de turista.. no me llena de orgullo peeeero, hay que sincerarse.)

Volví en abril y se largo el año. Otra vez malabares. No voy a hacer una nueva enumeración de todas las actividades que hago o de toooodooos los hombres que me quitaron energía porque esto sería un bodrio. Voy directo a lo central. La facultad.
Acá se jugo el partido principal, el que más me importaba.

A ver... el que más me importaba suena difícil de creer porque ya hemos dedicado miles de millones de palabras a hablar del maldito Mengele, del nuevo candidato, de los salientes esporádicos y ahora del cantante. La realidad es que ninguno de mis hombres (¿mis?! ridícula yo) impide que le dedique horas a la fac, logra que deje de ser una nerd compulsiva o logra que yo me relaje si un profesor no me quiere. Así que, de verdad, la facultad ocupa un lugar prioritario en mi agenda.
Volviendo a los malabares, es una de las pelotas más pero más importantes. Aunque me de vergüenza confesarlo.
Este semestre llegó con una sorpresa especial.
Mis compañeritos.
Hago una nueva nota al pie necesaria: en la UBA no tenemos el sistema colegio. No hay un grupo con el que cursas toda la carrera. No, señor. Cada materia tiene como misterio no solo que onda será el profesor sino también quienes serán tus compañeros. A veces llega la sorpresa de encontrar a un conocido pero en general el primer día es jugar a encontrar al inteligente del aula y sentarse cerca. Y sí, de ese hay que hacerse amigo.
Yo soy del grupo de las tontitas pero suelo ser la aplicada. Soy el máximo exponente de la "ñoñés"!! Entonces compenso la falta de inteligencia y sigo ganando el premio a la nerd. Ósea, voy a hacer resumen, pasar en limpio la clase, sacar todas las fotocopias y comprar todos los libros.
Y cargar con todo eso cada clase.
Así es.
Claricienta recorre la facultad con su mega mochila porque, no vaya a ser cosa que le falte algo que necesite el profesor. Desde tiza hasta la constitución (aunque se trate de la clase de ingles!) Todo, todo, por las dudas. Así que el que se haga mi amigo corre con esos beneficios. Obvio que me voy a esmerar para ser la mejor compañera. Obvio y requete obvio. Por eso, soy super generosa con los beneficios de mi lado nerd: presto los resúmenes, la carpeta y, si puedo, hasta me ocupo de sacarle fotocopias yo. Si buscando algo para mi encuentro algo que te sirve a vos me ocupo de conseguirlo para dártelo. Supongo que es consecuencia de mi lado culposo. (Sabemos que Claricienta es, ante todo, culposa). Cómo para no...¿Se imaginan lo que es cursar una materia conmigo? Significa escucharme hablar todas las clases, opinar, interrumpir para hacer preguntas al profesor y, una vez que termina la clase, soportar mis millones de dudas sobre lo que hay que hacer. Es.. como tener una radio prendida constantemente.
Pobre el resto. De verdad.
Por eso, indudablemente tengo que compensar tanto agobio. Entonces decido mimarlos.

Este semestre cursé las tres temidas materias con la increíble sensación de que todos.. eran más inteligentes que yo. (¿Sensación? Ja.) TODOS. Por ende.. me quise hacer amiga de todos.
Empecé la semana en la clase de Mónica (lunes-jueves 8.30am). En dos minutos detecté a mi futura presa. El buen alumno. El inteligente. Brillante. Piola. En ese momento solo lo percibí pero apenas llegue a mi casa y lo estoquie pude comprobarlo. Google me contó que había participado en el equipo que representa a la UBA en la competencia más importante de derecho internacional. Y no una, sino dos veces. Y tenía en su historia un ensayo que había ganado noseque en nosedonde que sonaba re importante también. Y…tenía mi edad. Genio. Ahhh y además...¡¡buenmozo!!! Sonrisa perfecta y look relajado. Puro relax, posta. No hay mejor combinación! No nos gustan los estresados. Ya bastante conmigo misma. Me encanta, me inhibe también un poco, pero me encanta. Totalmente idealizado -por supuesto- decidí que era candidato perfecto. Ósea era la primer clase y el pibe ya tenía una definición de los ddhh (noción indefinible) a la luz de la teoría de Rawls. Flashie. Quiero.
El martes llegamos a la clase de Lucas. Martes y viernes de 8:30 a 10. ¿A quien me encuentro? Obvio, al inteligente again. Por el otro lado, también estaba al chico que era ayudante alumno en la clase de Mónica. Sin dudas, estar en la comisión de Mónica suma puntos. Es otro nivel. Los martes éramos compañeros. Nuevo candidato para amigo. Emána noñes como yo. Este sí que es aplicado y además ultra prolijo. Genio. Quiero también.
El martes a la noche volví a la fac. Clase de Alejandro. Martes y viernes de 20 a 21:30. (Durísimo, sin dudas). Ahí lo encontré al tercero de mis mosqueteros y el que iba a resultar mi preferido. Se acercó al final a preguntarme mi nombre y me dijo que se había dado cuenta que cursábamos juntos las tres materias. Pobre pibe, cuando el martes a las ocho de la noche me escucho por tercera vez debe haberse querido morir. Como para no. El mundo entero lo compadece. En fin, falta describir a este personaje. Resulta que mi compañerito es tan amoroso que uno podría asimilarlo a un osito de peluche pero si uno lo mira tiene el look de Hulk. (Stop. Ok, creo que acabo de matarlo. No se que es más horroroso: compararlo a un peluche o a un superhéroe verde cuyo talento es la ira. Y eso que a esta altura ya lo quiero. Que hubiera sido de esta descripción si el chabon me caía mal). La cosa es que mi preferido resulto un deportista de mar del plata que vino becado por el Cenard a baires para competir en pesas. Imaginen el tamaño que tiene. (Claramente se entiende la comparación con Hulk!) en fin, el tipo esta solo en esta ciudad y la rompe en lo que hace. Hay evidencia que lo acredita. Una masa. Un amor. Quiero también.
Así quedo conformado el grupet que me acompaño 4 de los 7 días de la semana.
Aunque nunca les pregunté si tenían ganas, los elegí y los incorporé a mi vida estudiantil. Significó que llegar temprano a la clase era un programa porque nos daba un ratito para charlar y porque me permitía interrogarlos sobre todas las dudas que me surgían cuando teníamos un tp para hacer. Y después, tanto disfrutaba las clases que si hubiera sido por mi no las cortaba nunca. De verdad, mi costado nerd fue feliz este cuatrimestre. Básicamente los torture durante casi 4 meses. Creo que internamente todavía están preguntándose que habrán hecho en sus vidas pasadas para merecer a una Claricienta que llega a las ocho de la matina explotando de energía y charlando hasta por los codos. De hecho estoy convencida de que todavía no tienen resuelto que les genera esta minita que se da el tupe de abrazar a profesores, que no tiene problema en decir a viva voz que no entendió lo que explicaron, que manda mails y mensajitos pidiendo socorro cuando hay una entrega cerca y que se ríe de una manera… particular. (Vamos a dejarlo ahí. Particular. Vengo amagando que les voy a escribir sobre mi risa desde hace mucho pero ya va a llegar el día). Por lo pronto, un poco de fiaca les genero pero también algo de simpatía. No hay que olvidarse que Claricienta además de exigente, malcriada, culposa y suertuda también es atenta. Así que durante los tres meses compartí chocolates, les reenvié textos que les pudieran servir para sus trabajos y me acordé cuando había una fecha importante y mandé mensajitos de “animo” y “éxitos” (Debo confesar que, de paso cañaso, prendí una velita para encomendarle a Dios la situación ya sea cuando el ayudante tenía la última ronda clasificatoria para representar a la UBA en una competencia internacional o cuando mi preferido defendía el trabajo final de una de las tres materias). No puedo evitarlo. Y Claricienta es cariñosa así que ya al final de la cursada me la pasé abrazandolos un poco. Nunca viene mal.
Obvio que el grupo de mis compañeritos tuvo otros condimentos. Una amiga con la que curse hace años volvió a aparecer en la clase de Lucas y fui feliz cuando la ví. La disfrute muchísimo porque cada vez que habla, aprendo. Por otro lado, había un grupete de extranjeros cursando con nosotros las tres materias que de vez en cuando aportaban también. Además, una señora de unos sesenta años estaba con nosotros en la clase de Mónica fue parte de mi semestre. Obvio que el primer día de clase le di mi número, por lo que terminé haciendo de psicóloga dos o tres veces. La adoré, obviamente.

En síntesis, mi cuatrimestre no hubiera sido lo mismos sin ellos. Ni cerca. Me divertí y aprendí mucho de mis amigos inteligentes. Me explicaron, me respondieron dudas, me escucharon. Hubiera sido genial si servían para algo más (lease, conseguir novio, ya que estabamos) pero resulto que, obviamente, ya estaban ocupados los tres. Clishé. Por suerte se comprometieron a buscar amigos para presentarme. Si el cantante no funciona ya se que voy a ir a cobrarme la promesa.

2 comentarios:

  1. Hola que divertido, estoy investigando sobre la neurosis y esta forma de escribir me ha podido encantar y quiero seguir leyendo.

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  2. Jajaja que bueno que te encante!! lee los post y vas a encontrar una candidata que cumple seguro con toooodooooos los requisitos para caracterizar a una verdadera neurotica!!

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