No puedo evitar tocar un tema triste.
Es lo que estoy viviendo.. y se me ocurre que si este es el espacio para hacer catarsis no queda otra que abrir esta página...
Cuando una creyó que ya las vivió todas y que tenía suficientes anécdotas como para escribir un libro: ¡zaz! La vida te sacude. Te vuelve a ubicar y te recuerda que la actitud de "me las se todas" no va. ¿Engancharte con un preso y haber trabajado en una fabrica de pastas te parece suficiente? No way. Necesitamos aun mas. ¿Salidas a ciegas o remeras que anuncian tu status laboral? Not enough para considerar que hemos transitados disparates por demas. Faltaba el plato fuerte.
La muerte.
No la mía, por lo menos por ahora. Aunque cada diez minutos me quiero morir muerta todavía no me llegó el momento.
La muerte de mi prima del alma. Tremendo disparate es esto de morirse. Tanto usar botas de lluvia en el desierto. O como que siendo una nena bien de san isidro nieta de oligarcas terratenientes pueda ser militante de los ddhh, creer en la distribucion de la riqueza y enamorarse de un compañero zurdito del trabajo. Ridiculo digamos. Hablando en serio,Lo central de este cuento es un verdadero drama, una tragedia, un verdadero martirio. Mi prima del alma tuvo la desgracia de padecer un tumor a los dieciséis.
Y el muy maligno (cuak) tuvo la muy mala idea de reaparecer menos de cinco años despues. Una tragedia. No vale la pena ahondar mucho pero todo aquel que acompaño un cancer sabe que es un combo de quimios, pelucas, cansancio fisico y mucho miedo.
¿Queres agrandar el combo por cincuenta centavos? La enfermedad de mierda se combate con medicina tradicional y cuanta opcion alternativa se te ocurra: homeopatía, hipnosis y curas sanadores a la orden del dia.
Cumplimos con todas las recetas. Pero no siempre el resultado es el que uno espera. Mi prima del alma empezo a decaer. Los resultados de la ultima resonancia fueron malos. Malisimos. Y en octubre empezó la recta final. Y en noviembre llego implacable el cansancio físico y se fue la memoria.
Y se empezo a escuchar la palabra despedida como unico paso a seguir. Decir chau a una prima adorada de veinte años es un disparate. Un absurdo que excede lo que puede tolerar el corazón. Pero a veces la realidad supera lo que el corazón soporta. Despedirse era imposible asi que nos salio simplemente.. acompañarla mucho. Primero, salidas a comer afuera. Despues -cuando fue imposible salir- visitas a una cama. Cual John Lennon y Yoko Ono, estabamos todos en una cama que se convirtio en santuario o mas bien un emblema de lucha! Lucha contra que? Contra la despedida supongo.. o contra la soledad más bien. Por que despedirnos eventualmente nos va a tocar pero la muerte no la va a encontrar sola. Y llegó el sábado 3 de diciembre. Mi primita, la hermana de la paciente, actuaba y bailaba en el show de fin de año de su escuela de comedia musical. El evento del año, a mi entender. Esa primita divina que de "ita" no tiene nada porque es un minon tenía su momento de brillo.
Había que estar al pie del cañon. Así que partí a su casa para estar un rato en la cama-emblema y luego dedicarme a mi primita, la actriz. Caí con mi cajita de pinturas y me ofrecí a maquillarla. Resulta que hace un par de años en mi afán de acumular cursos decidí hacer con Joey O. uno de automaquillaje. No estoy segura que corno estaba pensando pero todo tiene una razon de ser y allí estaba yo siendo útil. Un lujo. Después la llevamos al teatro, arregle con mi hermana que le hiciera una valijita con comida rica para el te, se la encomendamos a la maestra y nos quedamos haciendo tiempo con amigas hasta el momento de la obra. La chica brilló y fue genial desconectarse del drama por un rato. Un ratito. Por que después de la obra la lleve al cast party y cuando la fui a buscar tipo doce de la noche sonó mi celular.
Bad News. Mi prima estaba mal. Cual Jack flash maneje desde Victoria hasta Florida asumiendo que en este tipo de situaciones los semáforos rojos son optativos. Es la que hay.
Llegamos y nos enteramos, por un lado, que mis viejos habían estado cuidando a mi prima mientras todo el resto mirabamos el show y que cuando llegaron a casa encontraron todo revuelto. Aja. Habían entrado ladrones a casa y se llevaron todo. Pero la noticia era una tremenda boludez al lado de la otra.
Mi prima del alma había entrado en un coma. No se sabía si se iba a despertar. Básicamente mi tío -médico, cirujano- nos explico que había que despedirse.
Estaba pálida, los labios pegados, la cara en paz.
Esa noche nos despedimos: sentados alrededor de la cama-emblema le estábamos diciendo a la soledad que habíamos ganado la batalla: se iba, es verdad, pero rodeada de cariño. Palabras amorosas, Re-cordar lo mejor de sophita, honrarla con nuestra presencia, llorarla. Mucha pero mucha tristeza. Era un momento de perfecta intimidad comunitaria. Sus papas, su hermanita, mis viejos, mi hermana y mi hermano, mi tía y yo. Unidos en una despedida que no sabiamos cuanto podía tardar.
Mi hermana y yo decidimos quedarnos a dormir para acompañar a mi primita. Dormimos las cuatro en el mismo cuarto. Bah, "dormimos". Mi tío no queria despertarse y darse cuenta que su hija se había muerto asi que mi hermana y yo hicimos turnos hasta las ocho. ¿Pueden imaginarse mi cansancio? Claramente era imposible mantenerme despierta mientras reinaba el silencio y todos roncaban...
Así que con ipod en mano empece a trabajar en la presentación de un coloquio juridico que yo tenia que entregar el lunes. Insólito pero real. En el lecho de mi prima moribunda yo.. estudiaba a las siete a.m.!!! No tengo claro si se debe a mi alto sentido del deber ser o es que mi ser no soporto portarse como se debe. ¿La neurosis como puerta de escape a una tragedia? Quizas. No lo resolvi todavía...!
En fin, la cosa es que creímos que había chances de que la mañana nos encontrará sin mi prima adorada. Pero no. Salió el sol y todo seguía igual. Ningún muerto en esa casa por lo menos. Seguía como.. dormida. Cómo mucho hablaba un poquito y balbuceaba algo. Pero básicamente seguia en coma.
Recien ahi apareció mi tio y nosotras nos tiramos hasta las 11. Nos despertaron porque había llegado la psicóloga. Aja. Psicoloca a domilicio y para todo el mundo. Resulta que en mi familia se cree en Dios tanto como en los terapeutas. Esta mujer era una especialista en enfermedades terminales que había estado acompaniando mucho a mi prima en el ultimo tiempo. Casi que rifaban números y uno ganaba sin haber participado. Marche claricienta con la experta!
-pero no quiero...!
-pero, que importa? Te va a hacer bien.
Mi tia dirigía la orquesta. Vas vos, después tu hermana, después tu prima.
Y después de la experta siguió llegando gente. Hordas de gente. Familia y amigos por montones. Todos se despedían. Lloramos, lloramos mucho. Tanto que hubo que salir corriendo a comprar papel higiénico porque en plena tarde nos dimos cuenta que los mocos nos habíamos consumidos todos los rollos de la casa. Es que cada vez eramos más. Sin darnos cuenta eramos miles. Familia; amigos de la familia; los novios de los amigos de la familia..Y, como si no tuviera preocupaciones serias, mi tía se puso a jugar a ser Jesús y probó una suerte de multiplicación de los panes: hay que alimentarlos a todos.
3 kilos de fideos con salsa, pan de panadería y helado para compartir.
Entre mocos, lagrimas y narices coloradas también circulaban risas y platos de todo tipo. Era una especie de olla comunitaria. Todos ibamos un rato al cuarto y otro rato al jardín a despejarnos. Yo me instale con la compu a preparar mi bendito coloquio. No faltaron los abrazos, los saludos, los mensajes de texto cariñosos, los llamados. Yo por momentos atendía y por momentos me cansaba del celular porque cada conversación implicaba volver a romper en llanto.
Algún alma caritativa se ocupo de comprar sandwitchitos de miga y facturas. Aparecieron budines y galletitas. Había coca cola, te o café para cada gusto...
El inventor de la angustia oral era homenajeado por la muchedumbre.
Fueron pasando las horas y llegó la noche. Mi tía decidió que hasta ahí llegaba su amor: se iba todo el mundo salvo ellos dos y mi primita. Ah, y nosotras dos. Mi hermana yo eramos elenco estable. Pedimos china y más helado. Volvíamos a instalarnos en el cuarto.
Obviamente a esta altura era imposible pretender no dormir: con solo tres horas de sueño encima y doce hs de llanto continuado, yo ya estaba agotada. Volvimos a ubicar los colchones y tipo doce de la noche, cuando apoye la cabeza en la almohada.. caí desmayada.
Y llegó el lunes.. y ahí seguía mi prima del alma. Y sucede que medio dormida, abro los ojos y veo que la muy insólita esta intentando incorporarse.
Salte del colchón y la acosté.
Me miró y me dijo que quiere hacer pis.
Ok.
Raro. Muy raro.
Esta mujer se suponía que estaba en coma. ¿Qué se hace ahora? Me quedé dura. ¿El regreso de los muertos vivos? Lo llamé a mi tío. En momentos así supongo que llamar a un otro es lo unico que me sale hacer.
En sintesis: mi prima estaba ahí, con sus ojos abiertos, hablando cada vez más.
Nadie entendía nada. Nadie entiende nada. No sabemos cuanto tiempo más queda: por ahora la despedida volvió a quedar en pausa y la cama-emblema nos volvió a reunir.
Aclaro por las dudas: no es que de pronto esta curada. Sigue sin memoria, esta sin poder ver bien y no puede levantarse sola de la cama. No es un escenario muy tentador...
Pero esta ahi.
Vivita y coleando.
Por lo menos por un tiempo más!
