EL DÍA ANTES DE CUMPLIR 24 AÑOS, ESTANDO SOLTERA Y DESEMPLEADA, DECIDÍ CAMBIAR MI TRADICIONAL SISTEMA DE CATARSIS. YA NO ERA SUFICIENTE LA PSICÓLOGA Y LOS FECAS CON AMIGAS. HABÍA QUE DAR UN PASO MÁS Y EL BLOG SE CONVIRTIÓ EN UN TRIUNFO: DESPUÉS DE MESES (AÑOS?!) DE ESTAR TENTADA, ME ANIMÉ A ENTRAR AL MUNDO. FUE ANIMARME A COMPARTIRLES A TODOS, A PARTIR DE ESTA VENTANA, UN POQUITO DE LA LOCURA DE MI SER. PORQUE, NO VAMOS A NEGARLO, SOY UNA LOCA TOTAL. LOCA LINDA IGUAL ¿EH?, DE LAS QUE DAN GANAS DE QUERER. PERO INDUDABLEMENTE NEURÓTICA.
EL ESPANTO DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS SE POTENCIA POR LA FALTA DE PAREJA Y EL DESAFÍO DE CONVERTIRME EN UNA VERDADERA MUJER MODERNA: ESTUDIAR, PRODUCIR, TRABAJAR, SALIR, SATISFACER LA MIRADA DEL MUNDO, BRILLAR, DISFRUTAR, ADELGAZAR Y OTROS TANTOS MILES DE VERBOS QUE SE ACUMULAN EN LA LISTITA DE "DEBER SER" GUARDADA EN LA CARTERA.
HOY DECIDO LIBERAR UN POCO DEL CAOS DE MI SER A PARTIR DE LAS PALABRAS PARA VER SI, QUIZÁS ASÍ, DECRECEN LOS NIVELES DE HISTÉRIA Y NEURÓSIS

... Y SI NO FUNCIONA, AL MENOS NOS REÍMOS UN RATO!!!!!

domingo, 23 de septiembre de 2012

El peso de la experiencia

Hace días que estoy queriendo compartirles esto pero no tengo resuelto si es que tengo que esperar a tener solucionado mi drama o si tengo que ir relatando el paso a paso.
Empiezo por el principio que según la novicia rebelde es el mejor lugar para empezar. Cuak.
Llegué a USA el 14 de agosto. La gordita con curvas llegaba a el país de la comida chatarra.
Miedo.
No tengo muy claro cuanto pesaba cuando salí de Buenos Aires. Mi vieja insistía en que me pesara para poder ir controlando pero yo sabia que estaba un poco pasadita y me parecia un exceso agregarle un drama más a la angustia de la despedida de Buenos Aires. Dejar mi casa, dejar mi trabajo, dejar a mi chico, dejar amigas y familia para mandarme a estudiar en otro idioma a otro país ya era suficiente. Agregarle la depresión-post-balanza era un bajón.
Me instalé aca y claro.. el tema peso era el que menos me importaba.
Nuevo departamento, nueva rutina, nueva vida. Acomodarme era la prioridad.
Fui al supermercado la primer semana cuando conseguimos una yankee que nos llevara con el auto. Hubo dos temitas a considerar. Por un lado, compre todo lo que logré interpretar como conocido. Ja. Uno creeria que ir al supermercado es igual en todos los países del mundo pero, no. No reconocía marcas y me costó un montón encontrar lo que buscaba. Un verdadero desafío para la mujer moderna.
Por el otro lado, el supermercado es todo un tema porque queda lejos. Por lo tanto, haber ido en auto era un golazo. Sin saber cuando iba a poder volver a ir decidí hacer una gran compra gran...lo que significa mucha cantidad de comida congelada y de "alacena": pastas, arroz, pure cheff, etc.
¿cual es el vinculo entre todo lo que había en mi changuito de supermercado?
...ERA MUY ENGORDANTE TODO.
Y sí. Es así. Papas fritas, galletitas, helado, cervezas, coca cola, fiambre, comida chatarra....

Desde mi llegada a USA mi menu consistió en 6 comidas y sus combinaciones:
- Fideos/arroz con salsa de tomate y crema
- Pollo con pure/arroz
- Salchichas con pure/arroz
- hamburguesa con pure/arroz
- Omelette o huevos revueltos.
- Sandwitches

Eso es todo. Aja. Siempre una cervecita y unas papas fritas fueron bienvenidas. Desayuno con tostadas si o si y helado de vez en cuando. Si el plan era salir a comer afuera el menú podía ser pizza o hamburguesas o más sandwitches.

Claramente, el panorama era difícil.... la gordita con curvas estaba atrapada en el mundo de la comida chatarra.
Si le sumo que las primeras semanas estuve muy complicada para organizar mis horarios y para dedicarme tiempo se entiende que me costó un montón el temita "actividad física".

Habiendo pasado casi un mes decidí tomar cartas en el asunto. En USA estoy en pleno verano asi que la pileta y los programas al aire libre implican usar una bikini. Ese escenario era un verdadero drama si consideramos mi menu y mi no-deporte. Si seguía a ese ritmo iba a convertirme en la próxima Jessica Simpson post embarazo.
Not funny.
El primer paso fue decidir pesarme. Frente al inconveniente de la no-balanza recurrí a Amazon y a principios de septiembre encargue mi scale. Llegó dos días después.

Fue un drama.
Un verdadero horror.
Un punto de angustia traumatica.



Estaba pensando, nada más y nada menos, que lo mismo que cuando volví del crucero o del viaje a Europa con mi abuela y mis primas: dos momentos en donde me permití la voracidad sin limite porque la comida era exquisita y....gratis.


No señor. 

Decidí ocuparme del tema.
Tengo 3 meses antes del casamiento por civil de mi hermanita. USA no va a poder conmigo. 
No señor, bis.
Es mi nuevo objetivo. 

El primer paso fue empezar a ir al gimnasio. Tengo uno MEGA en la facultad que suele estar lleno pero como hay tantas maquinas es posible encontrar lugar; tengo uno muy copado de la cadena de departamentos que yo alquilo y ese esta siempre vacío y tengo uno muy austero en mi mismo edificio. Obvio, voy al último. Bajo al 2do piso y listo. Un placer.
Para lograr permanecer en el objetivo, cómo una necesita incentivos, me ocupe de comprarme un top deportivo y después un short que combina. Di-vi-no.
Siguiente paso: le agregué a mi esquema semanal una hora de gimnasio por día...que obviamente no se cumple en su totalidad sino que, básicamente, se logra en un 50% pero algo es algo. Sobre todo porque tres veces por semana voy y vengo caminando a la facultad que queda a 25 minutos walking distance. No esta tan mal...
Por último: suprimí las tostadas, el helado y por primera vez cocine verduras mientras mi compañerito de trabajo me daba instrucciones via skype. Un santo varón que intenta apoyarme en el camino de la cocina. Vamos a darle un changui a la comida un-poquito-mas-sana y tratar de agregarle tomate y zanahoria a mis comidas en la medida de lo posible. 

Me entusiasme por suerte. y tres semanas después llegó el primer incentivo: 




(que nadie tenga el tupé de bajonearme explicándome que "al principio una se deshincha más rápido" y "las primeras semanas es posible bajar mucho y rápido pero también se engorda muy fácil porque solo eliminaste liquidos" y todas esas mierdas. No quiero escucharlas ahora, se entendió? Aja. me parece mejor asi)

Ahora, vamos por más!!!!


viernes, 21 de septiembre de 2012

La salsa no siempre sale bien

Había tenido un gran día.
El despertador sonó a las 7 am, como todas las mañanas. 
Desde la cama, prendo la computadora y me pongo a leer, como todas las mañanas.
Y obvio que pase la mañana intentando leer mientras me distraía 150 veces por...minuto, como todas las mañanas. Ja. Facebook, Twitter, mails, Youtube, lo-que-sea-con-tal-de-no-leer.
Al mediodía me prepare un típico almuerzo: hamburguesa y omelettte de jamon y queso cheddar y queso rallado y tomate.
Charlita rápida con mi chico para ver como le había ido durante la mañana en el laburo y salir volando a la facultad porque como siempre se me había hecho tarde.
Tacos, vestidito, cartera y una mega mochilota con cuadernos, cartuchera y un libro que parece un bibliorato de 500 paginas. Gran imagen. Es interesante descubrir que una sigue siendo la misma en cualquier parte del mundo...!
Llegue 5 minutos tarde asi que las chicas de mi clase con la que iba a ir ya estaban arriba del auto y me levantaron por el camino cuando me faltaba una cuadra para llegar a donde nos íbamos a encontrar. De ahí, nos fuimos hasta una corte civil en donde pudimos escuchar una audiencia de divorcio y después charlar con el juez y hacer preguntas. Gran clase. Gran experiencia.
Las chicas me llevaron hasta casa. Son tres compañeras de mi clase de violencia domestica que también estan en la clínica de migrantes lo que me divierte mucho. Ayer en la clínica me habían ofrecido hacer pool hasta la corte y me dijeron de ir a la noche a bailar salsa. Cuando me dejaban me volvieron a decir de ir a bailar salsa esta noche. Genial.
Llegue al departamento directo a hablar con mi compañerito de trabajo otra vez. De ahí al gimnasio como una hora y pico. Después ducha y vestirme.
¿¿¿que corno se usa para ir a bailar salsa??? Quién sabe. Elegí un vestidito verde de volados negros porque me parecio que pegaba con la onda aunque creo que tiene más que ver con una bailarina española de flamenco que con la salsa. Pero es lo que hay. Le saqué la etiqueta decidida a estrenarlo. Lo mismo con los zapatos. Tacos nuevos, listos para ser estrenados en la ocasión. Eran las 8 de la noche.
Un ratito de mails, un ratito de tele y un ratito de bajar a visitar a mis amigos al 2do piso. Toda vestidita linda les conté que me iba a bailar salsa con amigas nuevas.

Hasta ese momento yo era muy feliz. Eran cerca de las 9.

Empece a cocinar. Obviamente, el menú era pasta.
Mientras se hacían los fideos intenté hacer una salsa que no fuera calentar en el microondas salsa de tomates. No me salió muy bien porque puse la sarten para saltear las cebollas... y se me quemaron. 
Mal, mal momento. Mucho olor a cebolla por todos lados. Y bue.. mucha crema, pollo y jamón para compensar. No quedó bien. Una fiaca. 
Y en ese momento, todavía no tengo muy en claro como, abrí la heladera para sacar queso rallado. En la parte de arriba de nuestra heladera, arriba del freezer digamos, vamos apoyando los envases de vidrio xq algún día me voy a ocupar de ir a reciclarlos. Evidentemente quedó mal apoyada una de mis botellitas de cerveza que juuuuuuuusto, justooooo no estaba vacía del todo. 
Ok. Quedé enchastrada con cerveza. Lindo momento. Vestido nuevo, zapatos nuevos y todo el pelo, los brazos, y el piso bañados en cerveza.
Malhumor.
Supere el momento en un acto de madurez gigante. Me prepare mis fideos, mi salsa y me senté a comer.
Suspiro. Mail a mi chico diciéndole q no era un buen momento pero que iba a ponerle pilas.
y entonces,
la catastrofe.
suena el teléfono. Mensaje. Leo y era mi nueva amiga.
"I´m still debating about salsa tonight, what do you think? I´m kind of tired".
Una paja.
A la media hora me avisó que sí, efectivamente estaba cansada.
Quedaba suspendido.
Y yo, seguía sentadita toda maquillada y lista desde hace 2hs.
Frustración total. 
Lo peor de todo es que voy a tener que tirar a lavar el vestido porque tiene bastante olor a cerveza. 

Imagen triste 100%



domingo, 2 de septiembre de 2012

Una argentina encontrandose en austin!


Después de tres semanas en Austin, Texas, tengo un par de cosas para decir que describen las primeras impresiones de esta nueva vida... 
Básicamente, se sintetizan en la total certeza de que es rarísima la idiosincrasia americana y en que no puedo pasar un día sin sorprenderme con algo. Pero como todos saben, me aburre lo que "básicamente es sintético" asi que me permito explayarme un poco más.

Ja.
Me habían dicho que hacía calor. Yo había controlado el pronóstico y había confirmado lo mismo. Había puesto polleritas, shorts y biquinis. Y, sin embargo, nunca imaginé el calor que hace acá.
No la vi venir.
Salgo a la calle y me aaaaaaaaaaaaagobio. Y después entró a un edificio y me congelo. Pero, aunque cueste creerlo, eso no es lo que más me llama la atención. Hay una serie de temitas a desarrollar…

Primero y principal: Es una locura estar viviendo en un lugar distinto al propio. Yo siento que estoy en una película todo el día.  Estoy divertida y sorprendida por las hondas diferencias entre mi país y esta ciudad tejana. Para empezar, todo es…gigante. Acá hay dos dichos que ya he comprobado como ciertos: “Everything is bigger in Texas” y “Let´s get Austin weired”. El referido al tamaño creo que debe extenderse a todo Estados Unidos. Aca todo es enorme. Los vasos, las hamburguesas, el estadio de futbol, la universidad, las camionetas. Todo es e-nor-me. Todo es excesivamente…. Grande. Ir al supermercado es una experiencia dramática para alguien como yo que, por indecisa y por ratona, compró todo en envases chiquititos para no despilfarrar. Acá los envases de shampoo o de leche son gigantes. ¿Ostentosidad o simplemente consumismo exacerbado? No lo sé, no lo tengo resuelto todavía. Por otro lado, en relación a la locura de Austin confieso que, más allá de haber cumplido con el ritual de ir a las 8 de la noche arriba de un puente, junto con otros cientos de personas, a ver como salían volando desde abajo una bandada de murciélagos (tantos, tantos, tantos que se armaba como un chorro negro desde abajo del puente hasta el horizonte); todavía no pude ser testigo de lo que implique get weird aca. Lo que sí sucedió es que quedé sorprendida con escenarios que ellos consideran normales. Oh, sí.
Por ejemplo, me sorprende cruzarme con casas enormes que tienen letras griegas en las paredes. Son las casas de las sororities yankees tan típicas de las películas sobre la universidad americana. Las chicas pagan fortunas para pertenecer y se pasan el año haciendo eventos y fiestas sociales. Pagan incluso más para poder vivir en la casa porque solo las privilegiadas pueden hacerlo. Son todas rubias y todas se visten exactamente igual. Y hablan igual. Y saltan y bailan igual. Hay como una mimetización colectiva como nunca eh visto. Esta mimetización no se da únicamente en el centro de las sororities sino en la ciudad entera. Los estadounidenses serán individualistas y todo lo que quieran pero yo no vi un “copy paste” igual. Es una consecuencia directa del fanatismo por su país, su estado, su ciudad, su equipo de futbol americano. Toda la ciudad esta tapizada de el mismo logo (los cuernos que son el emblema de los Longhorns, el equipo local) y del mismo color naranja. Todos se visten con ese color naranja. Ellas y ellos.  Naranja y blanco es casi la única combinación valida. ¿Entienden lo que es ir caminando y ver a tooooodos los que están en la calle vestidos con los mismos colores?! Es una locura. Tan pero tan loco como el hecho de que todas las chicas usen botas texanas con este calor de locos. Mini vestido blanco…y botas. Me desespera porque me dan ganas de gritarles que existen las sandalias para el verano pero bue.. después me acuerdo que yo en invierno uso minifalda y logro contener el grito. En caso de que hubiera un evento específico la cosa cambia. Por ejemplo un día empecé a ver chicas con LBD: “Little, Black Dress”. Después de haberme cruzado miles me enteré que esa era la noche de bienvenida de las sororities. Otro día me crucé a todas con vestidos de colores de gasa. A la tarde las ves a todas vestidas con el mismo short chiquito y la misma remera gigante para hacer deporte. Es ridículamente gracioso. Y si vez gente que usa algo distinto, un equipo que tiene él y nadie más…es porque es extranjero seguramente. Je.
En fin, es una locura. Pero me tiene divertida. Se entiende que estoy ubicada en plena zona universitaria porque estoy a 3 cuadras de UT, en un barrio en donde son todos edificios para estudiantes. Creo que si me pongo a contar la cantidad de niños que vi desde que llegue a Texas, me sobran los dedos de la mano. Es un área repleta de universitarios así que los negocios de mi zona son locales de comida chatarra, de jugos o licuados, de ropa y el negocio de la facultad: en donde se vende todo el merchandazing del equipo de futbol.
Cómo buena niña sobreadaptada yo estoy cumpliendo con tooooodos los pasos del deber ser: ya me compré una mochila con el logo de los longhorns; ya fui a comer pizza con pepperoni y carne picada (yeah baby) y fui a escuchar una banda de música country a una especie de de “salón” en donde la gente usaba sombrero cowboy, botas texanas, shorts cortitos y bailaba en círculos alrededor de una pista. Mucho café para llevar, mucho sandwitch de subway, mucha comida rápida y sobre todo mucho esfuerzo para poder saludar a la gente con la mano. (Mmm..ese es otro detalle importante.. creo que acá van a considerarme una especie de abusadora sexual porque yo encaro al cachete para saludar con beso y resulta que me encuentro con una cara de espanto que me desanima un poco. Tengo que hacer un esfuerzo de concentración gigante para darle la mano a alguien que tiene mi edad y me esta charlando en una fiesta..!)

En fin. Sigo.

El segundo tema tiene que ver simplemente con la nueva experiencia de vivir con gente que uno no conoce. “The Cameron House” es un edificio de 5 pisos en donde cada piso hay aproximadamente 20 departamentos para 6 personas. Todos llenos de estudiantes universitarios. Mi grupo de amigos se conforma básicamente por mi compañera de departamento Araceli, la española y los chicos del 212. En ese departamento esta Juan, (el español de Valencia que vino con Araceli), M. (el argentino de la UBA) y 4 italianos de 20 años que lo único que piensan es en salir de fiesta. Nos vamos avisando si hay programas para hacer y de vez en cuando nosotras bajamos con nuestros platos llenos, vasos y cubiertos para comer con ellos. A ese colectivo de gente amigable se le suma las chicas con las que vivimos en mi departamento. Somos Araceli y yo y otras tres. La que más me importa destacar es mi compañera de cuarto. Cuando nos pusieron en contacto me dijeron que era británica.
Bueno… resultó que no.
Se llama Claudia y es de Rumania, específicamente de Bucarest. (Confieso que me dio papelón no tener idea sobre donde corno quedaba eso…!!) Por suerte es muy amable. Es super estudiosa y como esta hasta las manos con sus entregas se la pasa con su computadora trabajando. Hasta ahí todo bien. El temilla señoras y señores es que vivir con alguien que uno no conoce no es tan sencillo como parece. ¿Tengo que tocar la puerta antes de entrar al cuarto? ¿Y puedo estar en bombacha y corpiño o me tengo que cambiar? Y si a las 10 de la noche llego al departamento y ella ya está dormida.. ¿vale prender la luz o tengo que buscar mi piyama a oscuras? Son todos dilemas existenciales…! De a poco los vamos resolviendo.. a veces porque le pregunto y a veces porque imito lo que ella hace. Además, hace una semana llegaron las otras dos americanas con las que vivimos. Creo que también tienen menos de 20…creo porque ellas se ocuparon de “llamarse a silencio” y aislarse. No son muy sociables que digamos y se la pasan encerradas en el cuarto o con la compu y los auriculares. Con Araceli estamos viendo como logramos una reunión entre las 5 para ordenar pautas comunes: ¿Quién saca la basura? ¿Quién limpia el piso? ¿Quién paga los productos de limpieza comunes? Etc. Todavía no lo logramos.. ya vamos a ver qué vuelta le damos. Por ahora, esta semana primaron los comentarios quejosos de todas porque me pase estos días escuchando como una se quejaba de que no tenía lugar en la heladera, de que la otra no había lavado lo que usó para cocinar, la otra se quejaba de que había vasos y platos sucios en el living y la ultima de que nadie había sacado la basura…yo también de alguna cosiña me habré quejado pero creo que soy la más relajada de todas por suerte así que me hago menos mala sangre. En realidad el único drama que yo tenía surgió recién cuando estábamos todas.
Cuando finalmente estábamos las 5 instaladas me surgió un nuevo problema: ¿cómo hago para tener un lugar para mí cuando en el living-comedor-cocina hay alguna cocinando o mirando tele y por el otro lado estaba Claudia instalada en su cama usando la computadora? Hubo un domingo en donde casi colapso de la claustrofobia que me generó no tener un espacio propio. Sobre todo acostumbrada a una casa enorme o a vivir en mi departamento sola durante 6 meses. Era una tortura imaginarme los próximos 4 meses compartiendo siempre el espacio con alguien. Siempre. Y Claudia realmente se pasaba los días en la cama trabajando desde ahí. Bueno, por suerte en un acto de iluminación divina descubrí que quedaba un espacio libre: mi baño.
Aja. Cada cuarto tiene su baño en suite. Así que si Claudia se apropia del cuarto…yo me apropie del baño. Me permito darme baños de inmersión eternos (a lo que mi amiga española se escandaliza!) y me instalo a usar skype en el baño cuando el cuarto esta poblado. A su vez empezó a pasar que Claudia tiene que irse a clases así que por momentos me queda el cuarto para mi sola. Finalmente logramos equilibrar también el uso del cuarto y ahora puede pasar que estemos las dos trabajando/leyendo al mismo tiempo cada una con sus auriculares o las dos en el living-comedor. Todo genial, por suerte

Y el último gran tema es mi universidad. Que es, básicamente, el motivo de mi viaje.  Mi segunda semana en Austin fue la de adaptación. Consistió en ir todos los días a clase desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde, una rutina que no tenía desde que yo iba al secundario.  Agotadora. Nos pasamos la semana con charlas de introducción al derecho americano, introducción a la investigación, introducción a la escritura, introducción al common law.  Un poco útil, un poco aburrido. Hubo que hacer trabajos y empezar a recordar cómo era eso de leer en ingles. ¡Durísimo! Fue bueno porque conocimos a un argentino más y porque empecé a aceitar conocimientos que después van a ser fundamentales (me refiero a esto de volver a leer en ingles por ejemplo…!) 
La semana terminó con la elección de las materias en las que nos íbamos a registrar. Después de muchas vueltas elegí mis 4 materias. El viernes 24 nos anotábamos sabiendo que ese mismo día nos avisaban si habíamos logrado entrar a la clase. El tema es que los locales, los alumnos regulares, se inscribieron el semestre pasado. Esto trae dos consecuencias: por un lado, puede pasar que la clase que yo elija este completa. Por el otro, sucede que los profesores ya han subido a la página de la facultad cual es el material para la cursada. Los alumnos tienen tiempo de preparar la lectura para la primera clase. Cosa que no me sucedió a mí. El viernes a la tarde recibí la fantástica noticia de que había logrado inscribirme a las materias que yo había elegido. Lo que significaba que ya tenía pilas de textos para leer. Un drama!!! Por lo pronto, leer una novela entera para el martes al mediodía y hacer un comentario suficientemente inteligente como para subirlo al foro de discusión en la página de la facultad. Además conseguir un artículo de una revista y hacer un comentario sobre esto. Resulta que la universidad utiliza en su página web una especie de portal académico en donde cada alumno puede acceder a la carpeta de cada clase en la que se anoto. En esa carpeta los profesores suben el material que hay que ir leyendo y además habilitan un foro de discusión. El objetivo es que los alumnos tengan un comentario/reacción/opinión sobre los textos y que todos puedan leer esos comentarios y a partir de los mismos se genere el debate en clase.
No tienen idea el fin de semana de locos que pasé. Por suerte mi candidato-no-novio desde Buenos Aires me hizo el aguante y mamá me mandaba a relajarla. Ponerme a leer la novela de Hemingway agotada después de una semana de clases de adaptación no fue un plan muy divertido. Me pase los 3 días leyendo y, después de un par de ataques de llanto… finalmente, lo logré.
Cumplí con la consigna. Iiiiuuuupppiiiiii.
La novela era genial pero tuve que pasar al castellano después de las primeras 100 páginas porque mi lectura era muy lenta en ingles. Finalmente, el martes a las 3 de la tarde había logrado terminar con todas las tareas. Misión cumplida! Eso me permitió ir al gimnasio un ratito, pegarme una ducha y llegar (tarde) a la inauguración del año lectivo en UT. Nuevamente, la mimetización a la máxima potencia. Habían armado una especie de escenario en el edificio principal. La plaza central de la universidad, justo enfrente del Main Building, estaba repleta de sillas y miles de estudiantes estaban ubicados por facultad. Cada uno con una remera que lo identificaba. Hubo discursos, videos, bailes y hasta ponernos de pie para jurar que íbamos a respetar el código de honor de UT. El lema de la universidad es que “lo que empieza en UT, puede cambiar el mundo”. Todos los discursos eran un llamado a conmovernos de emoción porque estábamos por empezar a vivir la mejor etapa de nuestra vida en la mejor universidad para hacerlo. El clima de festejo y emoción eran ridículamente exagerados… pero un poquito me emocionaron. Nos dijeron que estamos llamados a cambiar el mundo, que tenemos los recursos disponibles, que “si queremos, podemos”. El éxito de nuestra misión depende de nosotros y de nuestros valores.
Y bue, soy sensiblona.
El show terminó con una super banda y con cantos y juego de luces. Muy show. Muy ridículamente distinto a un acto académico en la UBA. Los contrastes son tan extremos que me dan risa.
El miércoles 29 empezaron las clases. Se largó el desafío.
Me fue muy bien con las clases de ese día: “Derecho internacional de los DDHH” y el grupo de lectura “Guerra, Trauma y Ley”. Señores y señoras, volví a sentir que superaba la prueba, aunque llegue tarde a las dos clases porque me perdí en la facultad y en las dos me costó un poco esto de hablar en ingles.
El jueves tuve la tercera materia: Violencia Domestica y Ley.
Entonces todo se complicó un poco. Me dio más miedo, hay mucho que leer para esa clase y yo llegue sin haber leído nada porque no había conseguido el libro, había mucha referencia a la ley local y al proceso judicial americano y me costó entender y para colmo de males en clase se presentó una víctima de violencia domestica a darnos su testimonio. Fue imposible mantener la compostura. Un papelón. Lagrimas a borbotones y la frustración de tener que cuestionarme si yo era demasiado sensible para esta profesión. Skype urgente a Buenos Aires para escuchar que no tengo que adelantarme, que tengo que volver al presente y darme cuenta que puedo y que así como el miércoles me había ido genial estaba bien si el jueves me costaba un poco más. Respiré hondo. Volví a casa cansada pero mucho más tranquila. Me gustan las materias en las que estoy, tengo docentes que me encantaron, ya tengo un par de amigos en las clases y me entusiasma todo lo que se viene.
Se largó el cuatrimestre. Se terminó la adaptación.
Ya tengo las materias, los cronogramas y casi todo el material. Me falta un libro nomas pero estoy en la carrera.
Ahora solo queda aflojar un poco con el drama y la exigencia académica y creerme que desde ahora, todo es extra. Más conocimiento, más desafío, más estimulo.
Solo me queda confiar en que LA clave es disfrutar el “durante”.