El día que un hombre me dijo que quería cortarme...y no lo dejé.

El viernes a las 13.35 pm sonó mi celular.
Yo estaba por empezar a manejar rumbo al trabajo. Había salido del psicólogo hace menos de 3 minutos y todavía estaba movilizada. Muy movilizada. La sesión había sido super fuerte.
Habíamos charlado mucho sobre mi capacidad para repetir ciclos. Registren el temita, por favor.
Atiendo. Era el cantante.
Chalamos durante 20 minutos. Se los voy a resumir y prometo extender los detalles en una futura entrada.

Me llamó para decirme que tenía que cancelarme esa noche y que, en realidad, tenía que cancelarme indefinido. Me estaba cortando. Salimos 4 veces, pero, me estaba cortando.
Esta con propuestas para irse a trabajar al exterior. Todavía no hay nada concreto, nada definido, pero ante la duda le parece que no está en un momento como para engancharse. Que esta en una etapa en donde prefiere ser egoísta. No tener nada que lo ate a esta ciudad. Que soy la prima de su mejor amigo y quiere manejarse con prudencia. Que no quiere joder ni faltarme el respeto. Que bla, bla, bla.

Deja vú.

Imaginen mi bronca. Mi angustia. Mi shock.
Basta. Not again.
¿Se dan cuenta la maldad de esta vida? Insoportable. Me vuelven a dejar por un viaje al extranjero. Porque no quieren engancharse. Porque aparezco en el peor momento. Porque no quieren otro compromiso más.
Definitivamente, basta.
Me niego a que vuelva a pasarme lo mismo.

Le dije que no.

(Que no me parecía. Que no estaba de acuerdo. Que yo tenía ganas de comer esa noche con él y de verlo. Que en su discurso le faltaba preguntarme que quería yo. Que me gustas y creo que vales la pena. Que yo te gusto y me doy cuenta que vos tenes ganas de verme hoy. Que nos vemos y la relajamos juntos y sanseacabo)

La comida siguió en pie y esa noche a las diez me paso a buscar.

Esto de boca-sin-filtros, de vez en cuando, tiene sus beneficios.