En el mundo del revés

Esto de salir de la rutina cotidiana de facultad -y por ende, estudio- hace que estos últimos días yo fuera testigo de una serie de insólitos. Lo gracioso es que probablemente se traten de insólitos-que-suceden-cotidianamente peeeeero por mi acelere no soy capaz de tomar conciencia de estos o siquiera detectarlos.
Recién ahora me doy cuenta del absurdo y juro que no puedo creer que yo conviva diariamente con esta serie de disparates. Quizás se trate de una semana distinta. De una cuestión cósmica que hizo que las letras de María Elena Walsh se conviertan en realidad y efectivamente yo esté en el mundo del revés.

Son cosas que quizás parecen cotidianas pero que es cuestión de frenar a pensar un segundo para darse cuenta que es un poco ridículo (poco, poquito, pocazo)
Por un lado, algo que se pueden llamar…”disparates subjetivos”. Me refiero a situaciones que en MI vida son raras. Hechos que por vivirse en mi casa son raras pero quizás en el resto del mundo no. Por ejemplo que yo pueda dormir 12hs seguidas porque no tengo nada en la agenda. Insólito. Tan pero tan insólito como de pronto estar desempleada porque renuncie a la AGC. O mucho más raro, el hecho de que mi hermanita tenga 8 materias abajo. Significa que las comidas familiares incluyen a mi papa diciendo cosas del estilo de "tomaste apuntes hoy?" a lo que mi hermana responde que si, en físico química si. Y papa le dice "ok, ahora me mostras cuando terminamos de comer". Esto es el mundo del revés sin lugar a dudas.
Por otro lado, hay otros “disparates objetivos”… creo. Cosas que al mundo entero le llaman la atención. Creo. (Me preocupa que yo Ya no tenga muy claro qué es realmente locura y qué es normal...)
Por ejemplo, el hecho de que mi gato (bah, el gato de la casa, de la familia, de otro, mío claramente no) este medio moribundo. Lo ataco algún virus que lo tenia anémico. Virus, bacteria, quién sabe. La cosa es que hubo que correr al veterinario, como Dios manda, y salvarlo. Antibiótico, inyecciones y cuidados intensivos. Al gato. Aja.
Para colmo de males, alguien se lo dejo afuera con esta ola de frio polar y el pobre animal se resfrió. ¡¡No saben lo insólito que es escuchar al gato estornudar!! Insólito un gato resfriado pero eso no es lo disparatado. El temita de la culpa y la necesidad de ayudar se potencia en casa así que todos estamos de pronto a disposición de la mascota. Léase..mirando tele sentados en el piso mientras el bicho resfriado está instalado en el sillón al lado de la estufa. ¿A nadie se le ocurre sacarlo? No señor, el gato al mejor lugar y el resto al sopi.
Insólitas son las coincidencias disparatadas. Como que mi querida amiga colombiana haya terminado de novia con un chico bien de los molinos (que resulto el hermano de un ex saliente de mi amiga la morocha) y por eso (y otras cosas mas) se venga a vivir a baires. Y como los padres querían controlar un poco la mudanza se vinieron a argentina por una semana para ocuparse de todo. Eso llevo a que mi amiga colombiana termino un sábado a la noche en el mismo cumpleaños que mi hermana y el nuevo candidato (que ahora es antiguo). ¡Una ensalada rusa! O ensalada colombiana en este caso. Disparate.
Tan insólito como que mi amiga la médica, blonda, divina, esplendida y ultra cheronca haya decidido salir la semana pasada con un cache total. Un tipo divino, responsable, inteligente, educado pero...grasa. Lo difícil no fue soportar anillos de plata, cadena de oro o mocasines negros con jean. Lo terrible fue el gel. Mucho gel. Y no le importó nada. La imagen de mi amiga super cheta comiendo con el candidato que usa gel es fiel reflejo del mundo del revés. No hay margen de duda. Un horror diría mi abuela. Una masa dice claricienta. Pero insólito al fin.
Tampoco dudo que sea insólito que de pronto toda mi familia (ja. La exageración.. Toda es la mitad exacta, 3 de los 6) este con antibiótico pero no por el resfrío consecuencia de la ola polar (como el gato, digamos) nananana. Porque les salió un forúnculo. Aja. Disparate. Y parece q duele un montón. Y por eso si no tomas algo parece que te cuesta dormir. Que fue lo que le paso a mi mama el domingo. Entonces medio dormida se levanto dolorida de la cama dispuesta a tomar una dosis más del antibiótico y se volvió a la cama sin sentir ningún tipo de alivio. El alivio no llego nunca, básicamente por que se tomo una dosis del antibiótico... del gato.
Aja.
El mundo del revés, no me van a decir.
Último ejemplo de disparates es mi situación amorosa. As usual. Insólito señoras y señores es que te corten un viernes al mediodía y convencer a tu chico de que es mejor seguir saliendo pero que no hay necesidad alguna de ir tan rápido. Asegurarnos que no hay presiones, que no hay que asumir compromisos todavía, que la única consigna es disfrutarnos y conocernos. De por si, no es una situación muy habitual eso de convencer al candidato de que no nos corte pero eso no es lo central. El mundo del revés es que esa misma noche el tipo decida que ir despacio puede ser compatible con ir juntos tipo date al civil de un amigo. Chan. En mi idioma eso es mucho más intenso que ir tranqui. Se lo dije, lo aclare y trate de ser lo más franca que se pudiera. Me contesto que me relaje. “Vale romper con etiquetas. No encasilles. No encuadres. No estructures. Sabemos dónde estamos parados y que quiere cada uno. Eso es suficiente para calmar ansiedades.” Eh? Que tanto es suficiente?? Decís? Como tu digas cantante. Entonces nos volvimos a ver un segundo el sábado. Y esa noche a las 5am me llegó un mensaje de él. Y después de mucha llamada, chat y mensajes durante la semana nos volvimos a ver el sábado durante toda la tarde. Y esa noche otra vez. Pero esta todo ok. Estamos tranqui. Sin compromisos. Sin exigencias. Sin etiquetas.

Maria Elena Walsh era adivina y lo escribio hace muchos años. Existe el mundo del revés y yo soy testigo.