Adios Sr. X: Episodio II

Falta el final.. (¡Les dije que tuvieran paciencia!)

El final fue una especie de persecución. Sherlock Holmes, un poroto. El coyote y el correcaminos, unos pichis. Lo mío fue de una tenacidad casi sobrehumana. Insistencia como nunca se vio.
El tipo nunca apareció. Nunca.
Yo necesitaba cerrar. Yo necesitaba dejarlo a él. Yo me iba. Quería avisarle al mundo que yo no iba a tolerar el maltrato (el no trato?) de un pelotudo. Quería dejarlo.
Pero evidentemente el Sr. X no puede soportar ser dejado y prefiere ser el que deja. Lo que pasa es que no puede soportar tampoco el trabajo que implica hacerse cargo de ser el que deja. Asi que se termino generando la ridícula situación en la que él todavía no me había cortado pero tampoco me daba el espacio para que yo le cortara a él.
¿Que pretendía? ¿Cuál era su juego? ¿Cuál era la estrategia? No sé si voy a poder entenderlo nunca.
El sábado me desperté sin novedades. No me llamó en todo el día.
El domingo, tampoco.
El lunes, siguió sin llamar.

Lo insólito es que todos me decían que esperara porque iba a terminar llamando pero ¡¡yo sabía que no!! Tres meses no es mucho tiempo pero es suficiente para conocer el ego de una persona. Conocer al menos un poco de sus oscuridades. El tipo era incapaz de aparecer y hacerse cargo. Es un inmaduro, al menos en el plano emocional.

Era martes y no tenía noticias.
Ahora bien, ¿Se acuerdan de las bombachas en su ducha? Tanguitas negras de encaje divinas. Ok. La cosa es que venían acompañadas de camisón, sweaters, ropa para ir a laburar, medias, zapatos, un par de zapatillas, un pañuelo, un bolso con ropa para salir a correr, revistas, cd de música, cosas de tocador, dvds, cosas de la facultad, mi cargador del teléfono y hasta un tapado. Muchas cosas. Muchas.
Yo quería mis cosas.

A eso de las 2 de la tarde lo llame. Lo llame otra vez. Lo llame tres veces. Ninguna atendió. Dos horas más tarde (cerca de las 4) lo volví a llamar. Atendió: susurrando me dijo que estaba en una reunión y que me llamaba apenas salía. Eso fue todo.
Eran las 8 y no había llamado.
Yo estaba a en lo de una amiga, muy cerca de su casa y me parecía un buen momento para encontrarnos. A las 20.30 le mande un nuevo mensaje: "Pasaron 3hs, seguís en la reunión? estoy a 5 cuadras y si estas por salir de la oficina nos encontramos y me llevo cosas que están en tu casa x que las necesito! avisame plis para ver si espero o si ya me vuelvo a sani en tren!"Para cuando se digno a contestar, yo ya estaba en el tren.
"No, acabo de salir pero estoy con G yendo a comer a su casa un asado. Hablamos mañana?"Anda a cagar.
Llego el miércoles. Al mediodía lo llame. Lo llame otra vez. No me atendió. Mande un mensaje "te llamo y no atendes! Se está complicando un poco esto de contactarte...en donde estas? a qué hora te llamo?"(presten atención a la última pregunta.. no había chances de esperar que sea él quien llame)
Me contesto con un mensaje. Estaba en la oficina, en una reunión y me llamaba apenas salía. Apenas salgo, dijo.
Llamó? No. Claro que no.
A las 20 lo llame yo.
Me atendió. Increíble. Le dije que necesitaba que coordinemos como iba a hacer para buscar mis cosas. Me adelantó que él tenía una comida y que después iba a volver a trabajar. Me cortó porque lo estaban llamando por la otra línea. Hablamos en diez. Ok. Mucha opción no me quedo.
Una hora más tarde hablamos. Rarísimo. Hacia una semana q no nos veíamos y no habíamos intercambiado palabra desde mi mensaje del viernes pero no hablamos de eso. Como siempre, él hizo como si nada. COMO SI NADA. Me charlo de sus cosas, me habló de su semana, me contó de su trabajo. Yo le dije que quería mis cosas. Me dijo de vernos el jueves pero yo a la tarde no podía y a la noche los dos teníamos una comida. Quedamos después de comer.
Un chino. Apenas corte ya me había arrepentido.
Llegó el jueves. Quería decirle que me venía pésimo el horario así que lo llame al mediodía. No me atendió: directamente me cortó. Ya totalmente sobrepasada por la situación y creyendo que era imposible estar viviendo semejante persecución le mandé un nuevo mensaje: "Si cortas me salta el contestador y me saca crédito! Es tremendo para mi economía! Call me cuando puedas o, siguiendo la rutina de esta semana, cuando pasen mil horas te volveré a llamar yo...!"No me llamo.
Cerca de las 21hs lo llamé yo. Una, dos, tres y finalmente cuatro veces seguidas. No me atendió.
Un ratito después me llamo. Estaba en el gym. Corriendo. Hablamos dos boludeces y me dijo que me llamaba después. Había suspendido la comida con su papá y se iba a volver a la oficina a trabajar.
Yo me fui a mi comida y a eso de las 22.30 me llamo. Fue una charla rarísima. Hablamos como si nada otra vez. Los fuegos artificiales, las vacaciones, el jean, compras de navidad, la heladera y demás cuestiones sin sentido. Dios Mío... como me gusta hablar con él. Cómo me gusta escucharlo. Dios Mío que tremenda boluda que soy!
Finalmente me cuenta que él se estaba yendo a tomar algo con amigos. ¡¡¿Cómo?!!! Yo todavía no había llegado a decirle que me venía mal ir al centro esa noche así que técnicamente se suponía que yo iba a ir para allá. Le dije que tenía un talento sorprendente para sacarme de su planeta. Me dijo que no había entendido que nos íbamos a ver, creyó que era hablar para arreglar.
¡Un idiota! Incapaz de darme espacio.
Yo no podía creer. Quedamos en que nos veíamos el sábado. A la noche no, porque él no podía. Durante el día. ¿Almorzamos? le dije yo. Ok, almorzamos me dijo él.
Corte y me largue a llorar como una beba. Qué cosa terrible es esto de ser sensible. Evidentemente, la semana venía cargadita.
A esta altura de la historia no había persona en mi mundo que no odiara al Sr. X. Era un rechazo generalizado. Cada uno compartía su hipótesis: Es un forro, es un inmaduro, es mala persona. Llegaron a decir que es un psicópata con alto grado de disociación. Mi amiga la psicóloga dijo que no podía ser cruel porque la crueldad implica poder pensar en el otro y querer dañarlo pero el Sr.X era incapaz de pensar en el otro. Egoísta. Narciso. Egocéntrico. "Es un pendejo que no puede hacerse cargo de nada" gano por mayoría. Mi amiga la lesbiana se comprometió a mandarme mensajitos de texto a lo largo del día haciéndome acordar que era un pelotudo. Todas me apoyaban.

Llegó el sábado. A las 6 llegó un mensaje diciendo una tremenda boludez tipo "recién llegué a casa, creo que es lo más tarde que me acosté en todo el año"
Era la antesala a su nuevo plantazo. Quería dejarme en claro que iba a suspender por sueño. Se iba a quedar dormido.
La bronca me volvió a invadir. Volvía a evitarme. Era claro como el agua. Por las dudas me organice programa cultural para la tarde.
Me fui al gym a descargar. Exceso de tensión.
A las 13hs lo llame. Contestador directo.
A las 13.30hs lo llame. Contestador directo.
Me fui a dormir la siesta
A las 15hs lo llame otra vez: sono, sono, sono.. y atendió.
Medio minuto de conversación y yo estaba en el auto rumbo a su casa.

La charla estuvo buenísima. Nos encontramos, nos escuchamos, nos explicamos. No me pidió perdón: nunca se hizo cargo. Pero por lo menos me escucho, me contó lo que le había pasado y se justifico. No me pidió una nueva oportunidad, no me planteó seguir saliendo. No me dijo nada de de nosotros. Básicamente me habló de su trabajo...
Quedo clarísimo que él es él y yo soy yo y somos diferentes. Yo invado, avanzo, me mando. Él necesita espacio pero es incapaz de pedirlo. No pido nada y no debo nada es su filosofía. Una garcha. Es imposible construir una pareja desde ahí. El muy ridículo cree que los vínculos son transacciones: arma una especie de tabla de contabilidad en donde busca el equilibrio entre el debe y el haber.
Totalmente incompatible con mi mirada. Personalidades antagónicas. Dos mundos distintos.
Junte mis cosas (dos bolsos y un tapado que no me entraba... ridículo)
Nos despedimos con cariño. Llámame cuando quieras. Cuando madures te llamo. Chau mula. Chau mulo.

Se bajo del auto, hice una cuadra y me largue a llorar.
Lo odio.
¡¿¡¿Porque él no es como yo quiero que sea?!?!