Confesiones Culposas...

Estoy desde las 8 en la oficina (¿oficina? más bien es una especie de cubículo diminuto que en vez de paredes tiene paneles que hacen que una se sienta adentro de una caja de zapatos.
El teléfono que suena y nadie que atiende;
Yo tengo un sueño tremendo por que todavía no logre enganchar el ritmo.. estoy durmiendo 5hs por noche y siento que me falta energía todo el día pero durante las horas de trabajo estoy a full: sentadita en una mesa compartida -con sello y virome en mano- ordenando, foliando y controlando legajos,
Sabri atiende a un tipo que se queja, molesto por qué no entiende por que la clausura todavía no se levantó,
Agustín busca un legajo entre las miles de pilas que se acumulan en los dos armarios,
María entra a la oficina de la Agente y le pregunta por un expediente que no encontramos,
Agustina lucha con la ley de procedimientos para descubrir como terminar la resolución que esta haciendo desde ayer...
Hay movimiento pero no es que sea un caos. Estamos en acción, rodeados de papeles y con legajos dispersos en cada rincón pero el ambiente es agradable. Se trabaja bien, estoy contenta, estoy divertida.

y de repente,
así como quien toma conciencia de su propio hacer,
me doy cuenta de que acabo de pasarme la mañana de mi cuarto día de trabajo
...coqueteandole al secretario de mi nuevo trabajo!!