EL DÍA ANTES DE CUMPLIR 24 AÑOS, ESTANDO SOLTERA Y DESEMPLEADA, DECIDÍ CAMBIAR MI TRADICIONAL SISTEMA DE CATARSIS. YA NO ERA SUFICIENTE LA PSICÓLOGA Y LOS FECAS CON AMIGAS. HABÍA QUE DAR UN PASO MÁS Y EL BLOG SE CONVIRTIÓ EN UN TRIUNFO: DESPUÉS DE MESES (AÑOS?!) DE ESTAR TENTADA, ME ANIMÉ A ENTRAR AL MUNDO. FUE ANIMARME A COMPARTIRLES A TODOS, A PARTIR DE ESTA VENTANA, UN POQUITO DE LA LOCURA DE MI SER. PORQUE, NO VAMOS A NEGARLO, SOY UNA LOCA TOTAL. LOCA LINDA IGUAL ¿EH?, DE LAS QUE DAN GANAS DE QUERER. PERO INDUDABLEMENTE NEURÓTICA.
EL ESPANTO DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS SE POTENCIA POR LA FALTA DE PAREJA Y EL DESAFÍO DE CONVERTIRME EN UNA VERDADERA MUJER MODERNA: ESTUDIAR, PRODUCIR, TRABAJAR, SALIR, SATISFACER LA MIRADA DEL MUNDO, BRILLAR, DISFRUTAR, ADELGAZAR Y OTROS TANTOS MILES DE VERBOS QUE SE ACUMULAN EN LA LISTITA DE "DEBER SER" GUARDADA EN LA CARTERA.
HOY DECIDO LIBERAR UN POCO DEL CAOS DE MI SER A PARTIR DE LAS PALABRAS PARA VER SI, QUIZÁS ASÍ, DECRECEN LOS NIVELES DE HISTÉRIA Y NEURÓSIS

... Y SI NO FUNCIONA, AL MENOS NOS REÍMOS UN RATO!!!!!

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ciclos de histeria

Ok, este temita del ciclo es un pensamiento, idea, planteo, que surgió a partir de la charla con mi amiga la médica rubia.

La médica (que no es tan médica sino más bien estudiante) es una de mis personas preferidas de este mundo. Rubia, llamativa, estridente, ruidosa, avasallante, intensa. Inteligente e impactante. Histriónica. Monísima y con un cuerpo envidiable. Básicamente: el combo perfecto para los miles de hombres que la persiguen con la mirada cada vez que entra a cualquier espacio. Sumen como dato el temita "estudio-medicina-y-por-ende-soy-un-bocho", después multipliquen por el hecho de que esta llena de amigas y logra que todo el mundo la adore y finalmente como resultado tienen a una gran pero gran mujer. (Ya se, es mi amiga, es dificil sonar objetiva pero les juro que es asi!). En fin, vuelvo a encauzarme estaba con la médica charlando.

Como siempre,
charlábamos de hombres. Y chusmeabamos las historias de otras mujeres.
Como siempre.

Meke es una morocha que esta enganchada con el roquero. Mi roquero -que de mío no tiene nada-. Parece que los viernes ellos tenían un pacto tácito en donde sin necesidad de mucho piropo o chamulle previo, se terminan subiendo al mismo taxi rumbo a alguna cama para compartir por un par de horas. El roquero, destruido por la mezcla de alcohol y otras cuestiones varias, se deja llevar por esa morocha que pacientemente y sin exigencias se entrega. Tenían un pacto.. pero se acabó. Él percibe tanta entrega y huye. Le corta la historia. Le dice que no va más. Se asusta. Se espanta.
Y evidentemente, eso hace que él le guste a ella.
Ella se enganchó y aceptó esas migajas. Él se aburrió del ciclo y le dijo que ni eso le podía dar.

El fin de semana siguiente, mucho más generoso que con Meke, entrego tiempo y palabras a otra. El roquero invitó a salir a Maru.
Maru es una amiga de mi amiga la médica. Lo ridículo es que Maru muere de amor por aquel sujeto que no la mira salvo que sean las cuatro de la mañana y el hijo de puta se acuerde que no consiguió con quien terminar la noche. Ella, acepta feliz esas migajas. El ciclo se va a mantener, hasta que él se aburra. Como le pasó al roquero.

Ciclo maldito de histeria generalizada. Quiero pero solo porque vos no queres. Me gustas por que yo a vos no te gusto. Si te empiezo a gustar, vos no me gustas más a mí. Si me empezas a querer, yo no quiero más.

Mi amiga la medica me cuenta su fin de semana: había tenido una salida el sábado a la noche. El candidato era un pibe que a ella le divertía solo para terminar las noches de boliche. Para nada más. Y cuando le dijo de salir a comer, ella se encontró en la difícil disyuntiva: reconocer que aceptar la invitación es usarlo y por ende ser suficientemente generosa como para rechazar la comida o ser una histérica como Dios manda y disfrutar de una buena comida mexicana sin pensar en lo que le genera al otro.

Y salen. Y ella se divierte, la pasa bien, esta brillante.
Cuanto menos nos gusta la otra persona, más copados somos!
Cuanto menos nos importa la otra persona, más relajados!

y ahí queda el pobre "otro", que se dedica a disfrutar de nuestra presencia libre, relajada, seductora y divertida.
El otro recibe ese rechazo. El otro siente la no atracción. El otro perciba que no nos esta volviendo locas.

Y eso...
le gusta, le atrae, lo engancha. Y por eso, le gustamos cada vez más.

Conclusión: Si queres gustar, que él sienta que a vos él no te gusta.
Maldito manual de reglas a seguir...
Hay que vencer la histeria para poder enamorarse.
Pero para lograr enamorarse, primero hay que jugar a ser histérica.

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