Eso de quedarte maquinada mil horas porque se te ocurren mejores respuestas, mejores frases, mejores palabras que las que una dijo.
Es neurótico. Es horrible.
Es...cotidiano.
Escena 1:
Año nuevo. Alcohol. Preboliche con los amigos de mi primo. Yo, como siempre, colada. Aprovechando la ocasión para festejar con los amigos de mi primo querido. Como siempre. Resulta que entre los hombres de ese grupo hay un ex saliente mio. bah.. hay un par de ex algo mio.
Pero el susodicho en cuestión es un candidato que me rompió el corazón. En pedacitos. No fue una traición completa porque desde el vamos me avisó que nuestra historia tenía una fecha de vencimiento: la del día en el que volviera con su novia.
Así es: Claricienta salió durante un mes con un alguien que estaba en un tiempo y que ya sabía que iba a volver con la ex. Durísimo. Masoquismo en su máxima expresión. Impensable en el mundo de los normales pero figurita repetida en mi vida.
Resulta que nos encontramos en el bendito preboliche. Y a mi.. se me hace algo en la panza que no te puedo explicar. Bah, sí: nervios. Esta soltero. Ahora es definitivo. Se terminó su historia con aquella odiada ex. Esta libre. Se me acerca. Me viene a saludar. Me dice:
-"Feliz año amiga"-.
Aja. AMIGA. A-MI-GA. En ese momento, yo me quiero morir muerta. Quiero contestar algo copado, quiero ser suficientemente piola para dejarlo en off side, quiero ser graciosa pero a la vez sexy y aprovechar el momento para decirle que ahora ya podemos dejar de ser amigos, que podemos volver a probar, que podemos permitirnos una revancha.
Pero no.
Me quedo con toda esa catarata de ganas y contesto un simple "Feliz Año". Eso es todo.
Escena 2:
Año nuevo. Misma noche. Después del preboliche nos fuimos directo a la fiesta en la playa. Yo sabía que el "nuevo-candidato-que-después-se-volvió-viejo" estaba. Le mandé un mensaje. Confirmado. Estaba en el mismo lugar que yo. Le dije en donde estaba parada. Me fue a buscar. Nos miramos... y me encajó un beso. Ok. Clarisimo. Ni chamullarme necesita. La tipa tiene escrito en la cara que es fácil. Un horror, diría mi abuela. Pero era año nuevo y no había espacio para la histeria. Al menos, no a esta altura del partido y con este candidato. Me dijo de ir a las carpas de atrás. Y bue.. vamos. Noche estrellada, fuegos artificiales, música, luces.. era genial. Alcohol en la sangre y, por lo tanto, mucha calentura. Estábamos disfrutando el encuentro, entre besos y caricias, cuando de la nada el muchacho me mirá y me dice:
-"En un mundo paralelo, nosotros seríamos novios"-
EH???
(Reitero: de la nada. NADA. No es que yo le empecé a hacer planteos de porqué habíamos dejado de salir o porqué no lo intentabamos otra vez o nada). Insolito. ¿Qué se le habrá cruzado por su cabeza? Quién sabe. O de pronto sintió unas ganas tremendas de excusarse porque creyó que me iba a confundir un beso o el que se estaba confundiendo era él y la frase fue simplemente para recordarse a si mismo que por más química que estuviéramos sintiendo en ese momento no había chance de que en este mundo funcionara algo entre nosotros. Reitero, quién sabe.
La cosa es que yo quedé totalmente en off side, totalmente desorientada y balbucié alguna frase idiota que tenía que ver con cuestionarle porque corno creía que yo soy buena novia.
Error.
La cabeza se quedó maquinando y desde ese minuto me torturo, tipo pájaro carpintero, con una frase terrible que es la que yo debería haber respondido a tamaña aseveración:
-"Uy, que bueno que estamos en este mundo entonces, porque ¿Quién te dijo que yo quiero ser novia tuya?"-
Aja. Devolverle el palo. Porque, la verdad, a esta altura ¿quién puede creer que yo busco un novio que sea tan pero tan copado que me corta una relación antes de que incluso sea relación con la excusa de un viaje que en teoría va a hacer en algún momento? Nadie.
Hubiera estado bueno aclararle.
No me salió. Malisimo.
Escena 3:
Miércoles a la tarde. Libreria de San Isidro. Entré en busqueda de libros para el verano y un par para regalar. El plan es mandarle un libro al colombiano con el que tuve una historia hace dos años. Apenas entré hice eye contact con el vendedor. Unos ojitos azules que te morís. Bombon y cara de bueno. Y conoce todos los libros y me recomienda opciones y.. es lo más. Hubo un ratito de charla, hubo un par de chistes, hubo un par de miradas a los ojos.
Y de pronto, cuando me tocaba firmar el papelito de la tarjeta de credito se me cruzo por la cabeza una idea genial.
BRILLANTE.
Se me ocurrió dejarle mi telefono escrito.
Pero no.
No me animé.
Se me ocurrió invitarlo a salir.
pero no.
No me animé.
y me dí vuelta.. y me despedí como cualquier otra clienta.
Malisimo.
Necesito URGENTE una maquina del tiempo que me permita rebobinar cada vez que me quedo con una frase atragantada.
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