EL DÍA ANTES DE CUMPLIR 24 AÑOS, ESTANDO SOLTERA Y DESEMPLEADA, DECIDÍ CAMBIAR MI TRADICIONAL SISTEMA DE CATARSIS. YA NO ERA SUFICIENTE LA PSICÓLOGA Y LOS FECAS CON AMIGAS. HABÍA QUE DAR UN PASO MÁS Y EL BLOG SE CONVIRTIÓ EN UN TRIUNFO: DESPUÉS DE MESES (AÑOS?!) DE ESTAR TENTADA, ME ANIMÉ A ENTRAR AL MUNDO. FUE ANIMARME A COMPARTIRLES A TODOS, A PARTIR DE ESTA VENTANA, UN POQUITO DE LA LOCURA DE MI SER. PORQUE, NO VAMOS A NEGARLO, SOY UNA LOCA TOTAL. LOCA LINDA IGUAL ¿EH?, DE LAS QUE DAN GANAS DE QUERER. PERO INDUDABLEMENTE NEURÓTICA.
EL ESPANTO DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS SE POTENCIA POR LA FALTA DE PAREJA Y EL DESAFÍO DE CONVERTIRME EN UNA VERDADERA MUJER MODERNA: ESTUDIAR, PRODUCIR, TRABAJAR, SALIR, SATISFACER LA MIRADA DEL MUNDO, BRILLAR, DISFRUTAR, ADELGAZAR Y OTROS TANTOS MILES DE VERBOS QUE SE ACUMULAN EN LA LISTITA DE "DEBER SER" GUARDADA EN LA CARTERA.
HOY DECIDO LIBERAR UN POCO DEL CAOS DE MI SER A PARTIR DE LAS PALABRAS PARA VER SI, QUIZÁS ASÍ, DECRECEN LOS NIVELES DE HISTÉRIA Y NEURÓSIS

... Y SI NO FUNCIONA, AL MENOS NOS REÍMOS UN RATO!!!!!

sábado, 24 de septiembre de 2011

Un jueves de pizza, cerveza y un sin-nombre

Para mi seminario del derecho de la alimentación nos hicieron escribir todo lo que habíamos comido durante el jueves. La idea era trabajar con los temas de antropología alimentaria que venimos analizando desde las primeras clases. Había que llevarlo en computadora como para que sea difícil identificar de quien era cada menú. Les comparto el mío, simplemente para que se espanten como lo hice yo:

1/2 vaso de jugo denaranja ades light

1/2 tasa de cafe instantaneo con leche descremada

2 galletas de arroz con mendicream

1 tasa de cafe instantaneo light con leche

3 galletitas pepas

Un te sin azucar

1 vaso de coca

6 galletitas bizcocho don satur

1 sopa quick light

1 yoghurt con cereales marca ser

1 cafe con leche

2 galletitas de arroz con finlandia y una feta de jamon

4 porciones de pizza

5 porrones de cerveza

No se imaginan la carcajada generalizada que despertó la lectura de mi menú en la facultad de derecho... el profesor (el que amo con locura) se tentó de lo lindo. Tremendo. Imaginen mi horror cuando leí lo que había presentado: "tasa" en vez de "taza". Ese es un lindo tema para desarrollar: yo y las reglas ortográficas. No viene al caso, pero digamos que son las únicas normas a las que me permito inconscientemente romper. (Al menos estando sobria.. borracha sabemos que hay otras tantas que me permito!)

Debo hacer un par de aclaraciones: la onda menú light solo fue casualidad. El viernes el desayuno consistió en el mismo café pero con 2 magdalenas, la mañana transcurrió con más galletitas, el almuerzo fue una tarta, la merienda fue una torta y una coca común y la comida fueron dos patis con queso, tomate y papas fritas. Así que tampoco crean que los 3kg que tengo de inquilinos se van a ir en breve. No señor.

Segundo, el temita como-todo-el-día-pero-nada-sustancioso. Me espantó. El medio café y medio vaso son porque llego el remis en pleno desayuno (ja! alguno creyó que era por mi auto control, por mi gran fuerza de voluntad..? Ni cerca). Mi menú refleja mi rutina de no parar ni un minuto. Una fiaca. El snack continúo como símbolo de mi mala alimentación. No tengo ni media duda: el cuerpo me va a pasar factura uno de estos días. Leer lo que fui comiendo simboliza mi jueves: desayuno rush porque, aunque me despierto a las 6.30 y me buscaba el remis 7.15 justo ese día me puse a imprimir un par de mails y me demore. Después trabajo. De ahí a Flores: estuve 45 min en el práctico y volé a Fleni para acompañar a mi prima. De ahí al gim. De ahí a mi casa: bañarme, cambiarme y prepararme para mi date de jueves.

Aja. Y ahí entramos a la tercera aclaración: como corno terminé morfando 4 porciones de pizza y chupando tanta cerveza. Paso a explicar asi de paso se entiende el temita de mi amnesia.

Cuando yo trabajaba en el gobierno de la ciudad había un agente (es como el equivalente al juez en lo que es administración publica) con el que pegue buena onda. Este agente en general me acercaba con el auto hasta la estación de Vicente López o hasta la facultad y la verdad es que charlábamos durante los viajes. Un tipo de 40 años aprox, casado y con un hijo.

No se alteren, con ese tipo no salí. Tan desesperada no estoy queridos.

Resulta que este buen agente me llamo un día para preguntarme si le podía pasar mi teléfono a un amigo que era gran candidato. Le dije que sí pero sin pensar.

Hace quince días aprox. me llamaron y posteriormente a mi no atendida, me llegó el mensajito de texto mientras yo estaba en plena clase. Era el amigo de un agente de las UAAFE. Sinceramente me dio un poco de fiaca. Pensé en contestarle cuando mi clase terminara con alguna excusa.. y después directamente me olvide. Nunca conteste. Un horror. Pero yo estaba en onda "no tengo tiempo ni pilas ni nada para salir con nadie". Así de simple. Una vieja amargada, ni más ni menos.

A la semana me llama el agente reclamando: que sos una boluda, q nunca contestaste, que qué paso. Me dio un ataque de vergüenza con un toque de culpa porque soy así y no hay vuelta que darle. Decile que me llame, o mejor lo llamo yo, o que me llame y chau.

Y me llamo. Esa semana no, porque no puedo. Semana que viene. Quedamos para el jueves.

Soy una compulsiva de las citas a ciegas.

O, mejor suena decir que soy una compulsiva del "sí". Sí a todos y viva el positivismo.

Guarde el nombre del sujeto en el celular y me olvide del tema...

hasta que el viernes pasado mi celular se suicido.

Así como leen. Se lanzó de mi bolsillo del pantalón directo al inodoro. Un drama. Una verdadera tragedia. Desgracia real tanto porque tenía solo un mes de vida como por el hecho de que todos los números de mis contactos estaban agendados ahí.

Por ende...

bye bye name del candidato.

Y llegó el miércoles previo a la salida y el buen hombre me manda mensaje, me llama, me charla y yo NI IDEA de cómo se llamaba.

Intente con estrategias varias, le explique la pérdida del celular, me hice la tarada cuando atendí pretendiendo escuchar el nombre pero no hubo caso. Llegó el jueves y yo sabía que a las diez me pasaban a buscar. El detalle era que no sabía quién.

Detalle nomas.

Con mi familia orquestamos un plan y desconecte el celular para que tuviera que tocar el timbre cuando le diera apagado. Diez y media papá atendió el timbre y corrió entusiasmado a avisarme como se llamaba. ("Me dijo el nombre, me dijo el nombre!" decía contento). Tema solucionado.

Me esperaba paradito afuera del auto (punto para él) pero cuando me subí me preguntó a dónde íbamos (restamos el punto.. bombon pásame a buscar con el programa listo, ok?). Decidimos pizza y cerveza.

Y entonces, como para ponerle un moño (moño a qué?!?! al paquete que soy supongo), el colmo de los colmos resulto que no solo yo no había registrado como se llamaba sino que nos habíamos visto varias veces a lo largo de este año y yo no había registrado ni el nombre ni ninguna otra cosa de esta persona. Y considerando que mide 1.90 y es un rubio bastante grande, podemos diagnosticar un alto grado de desatención en mi persona. ¿Desconsiderada quizás? Mmm.. prefiero decir distraída.

La cosa es que en pleno viaje a Romario me enteró que el tipo me tenía recontra ubicada de la UAAFE ("vos trabajabas en la segunda si empezabas a contar desde la izquierda no? Y usas anteojos no? Y estabas todo el día corriendo de un lado para otro, no?!") ay.. sí, sí y sí también. Miedo! Y no solo eso sino que agrega: "y nosotros ya nos habíamos cruzado antes.."

Confieso que para mis adentros rogué que mi candidato sin-nombre no hubiera estado en el entierro en el que yo cantaba.

No, por favor, otro más no. (Igual, cosa ridícula eso de reducir mis históricos papelones a simplemente ese entierro. Ni que no hubiera otras miles de situaciones en mi vida en donde prefiero pensar que no había futuros candidatos mirando mi accionar)

Por suerte resulto simplemente que habíamos estado en el mismo preboliche. Él me registró y yo casi que no sabía de qué noche hablabamos.

En fin, por suerte no se ahuyento con mi no-respuesta de la primera invitación, por suerte no se entero mi olvido del nombre y por suerte no se ofendió ante mi falta de atención en nuestros encuentros previos.

Mucha suerte, digamos.

¿Será que el azar esta de mi lado esta vez?

No sé. Lo que sí sé es que el sin-nombre me hizo reír mucho. Nos quedamos hablando (y chupando!) hasta las dos y media de la mañana. Viajes, futbol, derecho, trabajo, familia, departamentos, gastos y antiguos amores. Pasamos de un tema al otro porqué él es más ansioso que yo y no esperaba a terminar una historia antes de empezar la nueva. Genial. Sabiendo que el deber me llama a las 6.30 am no era prudente dormir menos de cuatro hs. así que di por terminada la función.

Vamos a ver qué pasa en el próximo capítulo.

Por lo pronto, estoy esperando que me llame otra vez para guardarlo en el teléfono de una vez por todas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario