EL DÍA ANTES DE CUMPLIR 24 AÑOS, ESTANDO SOLTERA Y DESEMPLEADA, DECIDÍ CAMBIAR MI TRADICIONAL SISTEMA DE CATARSIS. YA NO ERA SUFICIENTE LA PSICÓLOGA Y LOS FECAS CON AMIGAS. HABÍA QUE DAR UN PASO MÁS Y EL BLOG SE CONVIRTIÓ EN UN TRIUNFO: DESPUÉS DE MESES (AÑOS?!) DE ESTAR TENTADA, ME ANIMÉ A ENTRAR AL MUNDO. FUE ANIMARME A COMPARTIRLES A TODOS, A PARTIR DE ESTA VENTANA, UN POQUITO DE LA LOCURA DE MI SER. PORQUE, NO VAMOS A NEGARLO, SOY UNA LOCA TOTAL. LOCA LINDA IGUAL ¿EH?, DE LAS QUE DAN GANAS DE QUERER. PERO INDUDABLEMENTE NEURÓTICA.
EL ESPANTO DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS SE POTENCIA POR LA FALTA DE PAREJA Y EL DESAFÍO DE CONVERTIRME EN UNA VERDADERA MUJER MODERNA: ESTUDIAR, PRODUCIR, TRABAJAR, SALIR, SATISFACER LA MIRADA DEL MUNDO, BRILLAR, DISFRUTAR, ADELGAZAR Y OTROS TANTOS MILES DE VERBOS QUE SE ACUMULAN EN LA LISTITA DE "DEBER SER" GUARDADA EN LA CARTERA.
HOY DECIDO LIBERAR UN POCO DEL CAOS DE MI SER A PARTIR DE LAS PALABRAS PARA VER SI, QUIZÁS ASÍ, DECRECEN LOS NIVELES DE HISTÉRIA Y NEURÓSIS

... Y SI NO FUNCIONA, AL MENOS NOS REÍMOS UN RATO!!!!!

domingo, 17 de abril de 2011

Vacaciones 2011 (Parte A: Plástico y comida chatarra!)

Tengo tanto para contar que me da miedo empezar... hace tanto que no escribo que hay altas posibilidades de que una vez que me inspire termine con los dedos pegados al teclado durante más de 24hs. A esta altura a nadie le queda duda de que derrocho capacidad de expresión y carezco (a groso modo) de capacidad de síntesis pero el saber las cosas no evita que uno les tenga pánico. En fin, el mundo nos ha enseñado a ser valientes así que… acá voy.

Finalmente llegaron las vacaciones. Por primera vez en mis 24 años de vida pasé todo enero y febrero en Buenos Aires y lo atípico de este verano fue la perfecta antesala para lo que van a ser las vacaciones más insólitas de mi corta existencia. Y atenti porque en mi historial tengo viajes de todo tipo y color que incluyen desde una peregrinación religiosa a Tierra Santa hasta una estadía en Barranquilla en la casa de desconocidos porque me habían dejado plantada (sí ya se.. el tema de que me planten es una constante en mi vida, pero ese es otro cuento y ahora no viene al caso.. pero sí, ya se.. todos lo pensamos). Ósea, me considero una viajera de este mundo y aunque me falten continentes enteros y no conozco completo a mi propio país puedo decir con orgullo que he viajado bastante. Destinos diversos y sobre todo, estilos distintos. Desde la hamaca paraguaya a la intemperie pasando por mega posadas en Brasil o castillos en Francia. De todo. Alojada, invitada, con mi plata, con plata prestada. No le hago asco a nada y disfruto tanto del lujo como de la austeridad.
Lo esencial es viajar.
Lo único que importa es conocer nuevos lugares y nuevos personajes.
Lo maravilloso es cosechar anécdotas.
Y así empezó el nuevo viaje.
Estas vacaciones definitivamente son una maquina cosechadora de nuevos cuentos y claramente van a quedar entre mis recuerdos por un buen tiempo. (Bah… hoy estoy un poco exagerada creo. Van a ser recordadas al menos un tiempito y eso ya es suficiente. Tampoco vamos a negar que tengo tan poca memoria que hasta me olvido de respirar.…Las cosas, como son.) El destino es de lo más ordinario (no me refiero al canapé de polenta, me refiero a lo común eh) y no genera ningún tipo de sorpresa. Disney (Orlando) , Caribe, NYC y Miami no son lugares que a uno le suenen atípicos ni mucho menos. Reitero lo dicho: hay tan poca originalidad que uno diría que mis vacaciones son más ordinarias que lavarse los dientes todas las mañanas. Sin embargo, no es el “donde” sino el “como” lo genial de esta cuestión.
La primera parte de mis vacaciones fue un viaje familiar. La segunda, fue la increíble experiencia de vivir en la gran manzana. Voy por partes. En un arranque de neurosis compulsiva no puedo (nopuedonopuedonopuedo) evitar dividir el viaje en 4: Disney-Crucero-New York-Miami. Voy por etapas para organizarme, ok?
(¡¡¡¡¡¡Que suerte Dios Mio que si leyeron hasta acá significa que me quieren así que puedo serles sincera sin tener terror a que me abandonen!!!!!!!!)
El sábado 19 partimos los seis rumbo a Miami. Papá, Mamá, hermanos. Desde hace 2 años no lo hacíamos. Nervios al principio, pero un balance final totalmente exitoso. Después de un viaje eterno comprimida en un asiento del medio (esto es: ni ventana ni pasillo…el del medio de los asientos del medio. Un incordio, básicamente) llegamos a Estados Unidos. Ahora, no es que yo sea una quejosa (mmm bueno por ahí un poquito) pero a lo que voy es que no que este totalmente encabronada con mi cuerpo pero esta vez, ya no me molestaba el hecho de que soy una gordita con curvas sino que en estos asientos el problema es un tema de longitud. Soy larga. Muy larga. Y mi metro setenta queda hecho un nudo en esos asientos mini de avión. Digamos que… fue una noche larga. Llegue totalmente contracturada y mal dormida. Ahí nos esperaba el auto alquilado y desde Miami manejamos hasta Orlando. Una vez instalados en el hotel nos mandamos al primer parque y desde ahí no paramos de recorrer hasta el último día. Parques y Shopping hasta quedar tan cansados que no teníamos fuerza ni para comer. Agotante.
¿Qué puedo decirles de la etapa 1? Viajar en familia siempre es un condimento especial. Si tengo que sintetizar voy a tener que ser sincera y decir que nos fue bárbaro, que todos nos llevamos maravillosamente bien y no hay queja que pueda admitirse. Pero hay algunos detalles que merecen la pena, esas sutiles pinceladas de cotidianidad que inevitablemente van pintando el cuadro familiar. ¿Cómo hacer para contarles de mis vacaciones si no hablamos de Marta?
Marta es nada más y nada menos que el GPS. La voz española se ganó un lugar en la familia. No voy a explayarme mucho pero simplemente les dejó un comentario. Es loquisimo porque desde que tengo memoria hemos viajado en auto con mi papá. Siempre existieron mapas y siempre fue recontra ubicado. Ok, resulta que llegó Marta y todos inmediatamente nos volvimos dependientes. Nadie se podía mover si no nos autorizaba Marta. Si Marta no hablaba, empezaba a reinar un clima de tensión porque papá se ponía nervioso: ¿Por qué no habla, eh? ¿Por qué? (porque faltan 100km para la próxima curva papá…). Conclusión Marta lidero el camino y ridículamente papá se obsesionó por cumplir las directivas de la española cómo si escuchar “recalculando” fuese el peor de los pecados.
Por otro lado, esta mamá. Les dije que el cronograma era desayuno temprano-parques-shopping. Lo que falta agregar al cronograma eran las mil millones de paradas al “restroom” que había que hacer por día. Señoras y Señores les presentó a mi mamá, la mujer con la vejiga más pequeña del mundo. Bah, no sé si es por el tamaño de sus órganos o por un tema de incontinencia pero por una u otra razón nos pasábamos el día buscando pipi room para mi vieja. Por suerte los parques de Disney y Universal están pensados para contener a multitudes así que nunca tardamos más de 2 minutos en encontrar un baño pero digamos que el temita estaba tan presente en nuestra familia como la energía nuclear esta en Japón.
Pero bueno, son cosas que vienen en el combo del viaje familiar. El Mc.Feliz se concreta cuando uno tiene una familia tan pero tan perfecta que los roles quedan distribuidos: un hermano pelilargo que queda a cargo de los mapas y de guiar al grupo; una hermana que se ocupaba de seguir al pie de la letra las consignas de un Excel con la descripción y puntaje de cada juego (Claroooo uno no puede ir a Disney si no tiene todo esquematizado!) y una hermanita preadolescente que hace como que ya no le divierten los personajes de Disney sino que prefiere ir al Shopping pero que todos usamos como excusa para poder ir en busca de las princesas. Pobre chica.
Y después… yo. Tema: Claricienta . Les confieso que tener 24 años, sentirme una adulta hecha y derecha, trabajar para el gobierno y ser casi una abogada no me impidió emocionarme hasta las lágrimas cuando vi a mi castillo en Magic Kingdom. Lo mismo cuando vi a los personajes desfilando en carrozas gigantes. Tremenda grandulona llorando por pavadas. Nada nuevo, no? Ya hablamos de mi capacidad para volver fértil al desierto con mis chorros de lágrimas. Sintetizando, Disney fue totalmente mágico y sin duda alguna compré el producto americano sin regatear un centavo. Es Plástico, comida chatarra y empleados nacionales de países en desarrollo adentro de disfraces gigantes. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Tremendo. Insólito.
La etapa 2 implicó ir todos juntos en nuestro mega auto alquilado hasta un Mall gigante donde nos encontrábamos con el resto de la familia. Mis abuelos invitaron a sus 8 hijos, con sus 8 parejas, con sus hijos, con las parejas de sus hijos y los hijos de estos. Eramos 45 argentinos embarcándonos en un crucero descomunal de 16 pisos y nombre cachirulo. Bueno, las cosas como son, desde el “vamos” todo era cachirulo en ese barco. El dorado invadía cada espacio y la decoración daba ganas de llorar por el mal gusto que emanaba. Los empleados miraban las 24hs del día con una sonrisa tan pero tan inmutable que empezabas a tener miedo. El 90% de los 2500 turistas tenían edad para ser afiliados del PAMI y hablaban ingles.
Y todos, chochos. Obvio.
Es que, lógicamente, uno pasa a considerar ridículo fijar la atención en las columnas, los cuadros, las esculturas y alfombras varias y se concentra en la locura de estar en una especie de mega edificio que tiene todo lo que se le puede ocurrir a uno: gimnasio, spa, peluquería, servicio de blanqueo de dientes, masajes, cine, teatro, ciber, golf, ping-pong, biblioteca, piletas (miles), jacuzzis (miles también!) y hasta boliche. Y comida todo el día porque las 24hs había buffet libre, más pizzas, helados, panchos, papas fritas, cheese-burguers, 3 restaurants y barras a lo largo y ancho del barco. Imaginen la excitación que teníamos todos cuando entramos el primer día: caminábamos a toda velocidad buscando sorpresas y apenas veías a alguien del grupo lo atosigabas con exclamaciones histéricas: ¿¿¿viste la pantalla gigante sobre la pileta principal??? Siiiii! Y viste los cuartos con balcón??? Y viste aquello?? Y lo otro???? Sacados todos. Una locura. A lo largo de los diez días íbamos aprendiendo el diseño del barco y cada vez nos perdíamos menos.
Ah si, por que era todo un tema el tema de las Missing People. La primera noche habíamos quedado todos en comer 20.30 en el restaurant del 5to piso y mi abuela nunca logró llegar. Lo último que sabíamos era que había salido a las 20.15 de su cuarto en el piso 11..después simplemente se desvaneció. Nos queríamos morir y hasta que trajeron la comida reinaba un clima de nervios.(Después, una vez que los platos aparecieron nos olvidamos un poco…). Sim embargo, nos fuimos acostumbrando a que siempre alguno se perdiera. Era imposible estar los 45 en el punto de encuentro así que, si estabas bien y si no, allá vos. Como muuuuuucho el compañero de cuarto se preocupaba un poco. En realidad el concepto era “la libertad es libre” (si, ya se.. brillante la frase, no? Francamente ¡iluminadora! Jaja. Es una de los dogmas de mi madre y como todavía no hice suficiente terapia me apropio de sus frases y las repito sin percatarme de lo que generan en mi reputación) así que cada uno podía hacer lo que tuviera ganas. Cada mañana llegaba al cuarto una especie de revista que resumía las actividades del día (DE TODO: cine, recitales, clases de cocina, origami, fotografía o arreglos florales. Cursos super profundos del estilo "¿cómo lograr una panza chata?" O “aprenda a hacer abdominales”. Una variedad fuera de serie) y después la información sobre que se proponía el grupo iba corriendo de boca en boca. Se disponía el horario para bajar a la playa y el horario y lugar para comer a la noche. Cómo no puedo con mi ser, el primer día me ocupe de recolectar en número de cuarto de cada uno de los miembros de nuestro grupo, tipearlo en la computadora y hacer copias para todos. Cualquier cosa, nos llamábamos para pasar datos. Todo en orden. Todo controlado. Todos chochos.
La verdad era que entre tanto yankee llamábamos la atención. Partiendo del hecho de que la población crusereña esta compuesta solamente por ancianos y siguiendo con que cada uno de estos por el detalle de ser de USA parece que tienen que ser gigantes (hablando en serio, el tema de la obesidad me impacto mucho) francamente, todos nos sentíamos top models. Yo voy a sincerarme y decirles que nunca en la vida me sentí tan ¡¡¡linda!!! Las opciones que tenían a la vista los miembros del crew eran tan horribles que yo parecía la hermana gemela de Pampita. Creo que eso ayudó a que todo el mundo nos tuviera simpatía. Los argentinos somos ruidosos, expresivos, buena onda y eso repercutía en el servicio. Todo el barco nos ubicaba. Y en general, caímos bien. Salvo los que estaban en los restaurants. Nuestros horarios fueron la razón por la que nos ganamos el odio de los mozos y gente de la cocina. Los yankees cenaban a las 5 de la tarde así que cuando a las 20.30 caía el contingente argentino nos miraban con espanto sabiendo que nos íbamos a quedar hasta que nos echen…a las diez de la noche. (Tar-di-si-mo, considerando que la cocina cerraba a las 21.30hs).
En fin.. fue una experiencia totalmente nueva. La convivencia fue sorprendentemente buena y todos estábamos divertidos con el programa. Entre las actividades organizadas por.. mi, tuvimos la despedida de solteros de mi primo e hicimos buceo. (SI!! Soy buzo certificada!!). Además hubo cenas de gala, salida al boliche con abuelos incluida, cumpleaños varios, mucho sol, mucha charla, mucha risa y muchas fotos. Claro, el temita autoestima estaba a pleno asi que entre las 45 maquinas de fotos que había dando vuelta todos nos sentíamos dignos de un “book” asi que los flashes descontrolaron día y noche. Nadie se percataba que el detalle de tener comida chatarra libre y gratis las 24hs no era libre de grasas y por ende, los cuerpitos del contingente estaban sufriendo ciertos cambios. En mi caso, la gordita con curvas esta amigandose con sus curvas cada vez más pronunciadas. El temita veranear con el PAMI es altamente recomendable si uno está en crisis con su cuerpo, sin lugar a dudas.
La experiencia de estar en el mar sin casi darte cuenta es increíble. Todo el sistema de atención es maravilloso. Es Plástico, comida chatarra y empleados nacionales de países en desarrollo ocupándose día y noche de que no necesites nada. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?
Tremendo.
Insólito.

1 comentario:

  1. que IDOLOS tus abuelos!!! que lindo una familia enorme unida!

    (tengo 4 primos de un lado y 9 del otro... o sea)

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