Hay sensaciones que son difíciles de explicar con las palabras. Las letras no alcanzan a lograr la profundidad del sentimiento. Se quedan cortas, reducidas.
Lo insólito es que muchas veces con describir la situación todo el mundo puede entender el sentimiento.
¿Que enamorado no comprende la alegría que uno siente cuando ve cruzar la puerta transparente en Ezeiza al amor de sus amores después de una larga separación culpa de la distancia?
¿Que madre no advierte plenamente la mezcla de miedo y nervios que se siente al dejar a la pequeña hija pre-adolecente en la puerta de la primer fiesta con chicos?
¿Que estudiante no conoce la angustia de estar esperando en un pasillo antes de dar un final imposible cuando los primeros de la lista ya fueron desaprobados?
Son universales, aun con el teñido de subjetividad que le agrega cada uno.
Son experiencias que hemos pasado y por ende, hemos vivido.
Son sentimientos y emociones que dejaron huella...
Susto. Horror. Angustia. Bronca. Impotencia. Espanto. Histeria. Desilucion. Panico.
Alarma.
Alarma total.
¡¡¡¿¡¡¡¿Que mujer no sintió alguna vez todo esto, el primer día de calor en el que volvió a ponerse la biquini después de muchos meses de frio??!??!?!
El sábado partimos a Marayui CC, un country ubicado entre Mar del Plata y Miramar. La familia de una amiga mia tiene casa y nos invitó a 10 amigas a pasar el fin de semana largo.
Ok, fue muy pero muy violento vernos a todas blancas, gordas, espantosas.
Después de asumir el reflejo del espejo y sabiendo que con la queja no se logra nada decidi tomar cartas en el asunto.
La promesa tantas veces hecha debia rapidamente concretarse.
Quedan 2 meses para el verano y, por ende, para empezar a usar la biquini todos los dias y quedar expuesta a la critica despiadada del ojo femenino.
Hoy empece la dieta,
...y lo obligue al Sr. X a sumarse (asi no es tan dificil!)
yo tambien me quiero sumar!!!!!!!!
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